Así, las usa para narrar una historia NOIR en un mundo en que humanos y marionetas (que no Muppets) conviven y donde estas son vilipendiadas y abusadas por los primeros.
Melissa McCarthy investiga junto a su ex-compañero de placa (primer y único policía marioneta de oscuro pasado) una serie de asesinatos que están eliminando a los protagonistas de un familiar programa ochentero de muñecos.
El compañero, tras abandonar el cuerpo, sobrevive como detective privado en Los Ángeles, y dejadme aseguraos que la película es una de las más completas y descacharrantes parodias no solo del género negro sino de los mil y un clichés de este.
La brillantez de la cinta es que mientras lo parodia, a la vez te cuenta una historia NOIR absolutamente canónica, y donde todos esos lugares comunes toman un divertido, original y retorcido enfoque al desarrollarse en ese mundo híbrido de humanos y muñecos.
¡No se equivoquen, estamos ante una película para ADULTOS donde temas como el sexo y las drogas, gracias a la distancia muñequil, se tratan de una manera mucho más descarnada de lo que se suele ver en cualquier otra producción con personas reales, aunque siempre a través del prisma del humor!
La MCCarthy vuelve a hacernos pasar un rato estupendísimo y desternillante, con el mérito añadido de tener que estar actuando ante muñecos (y quienes los manejan) y no personas reales.
Aficionados al NOIR o gente que necesite pasar un rato inmejorable -¡todos!-, no deben dejar pasar esta excelente cinta, que sin duda apunta a más de una secuela.
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