Bueno, tiene su empresilla de desactivación de explosivos perdidos durante las guerras francesas...
El caso es que el que le explota en las manos es un análisis genético hecho con ocasión del embarazo de su joven hija del cual ella dice desconocer al padre y querer ser madre soltera.
El niño muy bien, pero resulta que el futuro abuelo de la criatura descubre que su padre no es su padre. Es como Star Wars, pero en la costa francesa...
Pronto encuentra a su verdadero progenitor y, para liarlo todo un poco y que haya peli, resulta que se enamora de la HIJA de este, amor incestuoso cuando se descubre el percal.
Paralelamente, el espectador y el prota son llevados a sospechar que el "nini ex-presidario" que su hija le ha metido de becario en la empresa es el verdadero padre del bebé que esperan.
Todo esto contado entre cenas, ostras, vinos, paseos por la playa... ¡Las penas con Chardonay son menos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario