Probablemente sea cuando aparece un perro parlante que dice ser a la vez el verdadero padre de la protagonista y EL ESPÍRITU SANTO.
"No se que has fumado, pero dame de eso", dice uno de los protagonistas. Pues bien, ¡lo mismo le espetamos nosotros al guionista!
La protagonista acaba así convertida en una Mesías Celestial con un glorioso papel a cumplir si sobrevive a las oscuras -o no- fuerzas que la persiguen.
Abel Alves nos demuestra que lo de "Te cae igual de mal a un Cristo un par de pistolas" no es un dicho que funcione siempre.
A su Cristo las pistolas le caen genial -igual de bien que sus músculos- y además sabe manejarlas.
En definitiva una aventura surrealista, frenética y desenfadada que se apoya en alguna incongruencia de los mitos cristianos para arrancarnos muchas sonrisas.
Un Apocalipsis pasado por el filtro de Dragon Ball o Los Caballeros del Zodiaco y que seguro será tan apreciado como estos por los fans de dichas series.
El dibujo de Juan Caminador es, como la historia, desenfadado, energético, efectivo y muy divertido.
Un "fin del mundo" al que se sobrevive y del que pedimos una y otra repetición.
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