Si una cosa podemos afirmar es que Peter Jackson estuvo muy lejos de agotar el mundo de Tolkien en su adaptación.
Bien al contrario, mutiló partes esenciales del libro para entender propiamente la trama.
Así que es cosa de tiempo que una nueva versión aparezca.
El formato seriado se presta más a la propia estructura episódica de la aventura, y dispone de mucho más espacio, aunque también tiene el inconveniente de un presupuesto mucho más ajustado que el cinematográfico.
Será curioso ver si en una época posterior a Game Of Thrones los personajes de Tolkien siguen manteniendo su atractivo para las audiencias actuales.
Saludos:
ResponderEliminarEvidentemente no. Los mundos de Tolkien no se pueden agotar en dos trilogías. Y sí que más pronto o más tarde aparecerá una nueva versión de la historia (mientras no sea lo de "alguien vendrá que bueno me hará"), e incluso sería positivo que fuera una visión muy distinta de la de Jackson (que a mí me sigue produciendo escalofríos de placer cada vez que la visiono).
Siempre le estaré agradecido por el inmenso trabajo que él y su numeroso equipo hicieron, cuando casi nadie creía en ellos ni en su trabajo, pero creo bueno y necesario que haya otras adaptaciones, con otras sensibilidades y otras visiones acerca de una obra, la de Tolkien, que soporta acercamientos desde más de una perspectiva. Por ejemplo, la relación entre Legolas y Gimli, podría ser vista desde el punto de vista más abiertamente gay...
Juan Constantin
Legolas y Gimli, dice. ¿Y del triángulo Frodo-Sam-Gollum qué, NADA?
ResponderEliminarAcabo de acordarme de la película Transamerica. Uno de los protagonistas decía que ESDLA era gay "porque va de dos hombres que se meten en una cueva oscura huyendo de una gran vagina llameante".
Saludos:
ResponderEliminarKrueger, era sólo un ejemplo de lo que podría hacerse, que no tengo que apoyar -de hecho, no lo apoyo- cuando se abra la veda de adaptaciones (nunca jamás podrán trasladar todo lo que significa TLotR a formatos como TV, cine o cómic) más o menos libres, más o menos inspiradas, más o menos retorcidas para que encaje en las ideologías o creencias de quienes las lleven a cabo.
De igual modo se podría haber adaptado desde un punto de vista muchísimo más cercano a la religión cristiana -concretamente al catolicismo de Tolkien- pues referencias y fuentes no le faltan. Pero esa es sólo otra de infinitas opciones.
Los ejemplos que ponga no tienen que identificarse con mis gustos o con lo que yo haría si fuese uno de esos adaptadores.
Juan Constantin