Nueva entrega en ese apasionante género de cine francés que yo llamo: "LOS RICOS TAMBIÉN LLORAN".
Pensábamos que, con Bishop, Omar Sy había quedado ya lanzado al mercado internacional, pero va a ser que no, que él como actor no tiene la misma suerte que tienen sus personajes, de momento.
La premisa de esta película es la siguiente: al juerguista e irresponsable piloto de yate de lujo para millonarios en la Costa Azul una mañana uno de sus ligues le suelta una bebita diciéndole que el es el padre... ¡y se da a la fuga!
El la sigue rápidamente hasta Londres para devolverla, pero casi al llegar le pierde la pista a la mamá. ¿Que haría un "Paquirrín" con un bebe en las manos, en un país donde no conoce el idioma, y con un currículum más que restringido...?
¡Pues ahí es donde entra en juego las mágicas reglas de cine francés...! Aunque no podrá darse ya la vida padre en La Riviera, el destino quiere que, nada más poner el pie en Londres, de con un productor televisivo gay que además habla francés y que lo contrata como especialista para escenas de acción al primer vistazo.
¡Ya sabéis, la experiencia de cualquier emigrante en Reino Unido, tener un trabajazo y una casa impresionante pagada por la productora al minuto de poner el pie en Heathrow! ;-)
No vamos a entrar en qué contrapartidas le exige al bueno del actor el productor, por que no se tratan en la película.
Lo que si podemos decir es que, a los ocho años y con una carrera consolidada, convertido por obra de magia en padre modélico, la madre de la niña reaparece para recuperarla, a la vez que se presentan otros problemas de los que el dinero no puede arreglar.
Así que, ya digo, el protagonista pasa de la juerga continua a una vida aún mejor y con más posibles, PERO LOS PROBLEMAS LO ALCANZAN.
Todo en un tono de comedia-melodrama sin demasiadas carcajadas, al menos para los españoles.
Una historia de vitalismo, como lo fue la anterior, la del señor en silla de ruedas -que también era, afortunadamente, millonario- y de cómo capear los problemas de la vida... ¡siempre que el destino te sonría mañana, tarde, y noche!
Muy buena manera de pasar el rato si -como, aparentemente, cualquier francés- eres de clase muy alta y no tienes ningún problema real gordo.
Por que si los tienes, igual no te llega a satisfacer la "baraka" que exhiben los protagonistas.
Similar en contenido de la pelicula de Eugenio Derbez "No se aceptan devoluciones", solo que esta peli tiene un guión mejor trabajado y los actores tienen lo suyo.
ResponderEliminarSebastian O