"Nadie entre aquí que no sepa Matemáticas".
Así dicen que rezaba el frontón de la Academia Platónica.
Y es que la capacidad para concebir los perfectos volúmenes, cantidades y operaciones de dicha ciencia está íntimamente unida la de poder imaginar otras dimensiones para nuestro mundo.
Los conocimientos esotéricos no dejan de ser eso, conocimientos, y aunque se rijan por sus propias leyes y sus "geometrías no euclidianas" no dejan de tenerlas y de exigir a sus estudiantes los más afilados intelectos.
Lovecraft vuelve a unir en este relato los mundos oníricos con dimensiones que puede que no sean materiales pero que si gozan de una indudable realidad, y el puente entre ambos mundos, el físico y el onírico vienen a ser los arcanos grabados de una bruja en la pared de una casa donde reside el matemático protagonista.
Lejos de ser meros dibujos sin sentido, es este intelecto privilegiado el que sabe descifrarlos y comprobar lo próximos que están a las más sutiles fórmulas matemáticas.
A partir de entonces presente, pasado y futuro se funden en uno, sueños y realidad, fuerzas físicas, estelares y espirituales, ceremonias oscuras en los bosques que retuercen la realidad misma y a sus individuos.
Lovecraft reflexiona de nuevo sobre si el hombre es realmente libre o puede caer fácilmente bajo sutiles influjos que anulen o sustituyan su misma voluntad y lo hagan caminar por la misma geografía de siempre que, de repente, adquiere en su conjunto un significado simbólico, como si el mismo mundo que habitamos no fuera más que un decorado que esconde, quizás que nos protege, de la verdadera naturaleza INSOPORTABLE de la Realidad.
Vuelven "las ratas en los muros", y esta vez lo hacen como "familiar" semi-humanoide de la resucitada Bruja, en una de las sin duda más repelentes creaciones de Lovecraft.
Si las ratas de por si nos resultan repelentes, no hablemos de una rata inteligente que acecha nuestros sueños...
Un muy buen relato, con un presunto invitado de excepción.
ResponderEliminarSiempre me llamó la atención que el Hombre Negro, que esta presente en la firma en el libro de la bruja "parezca" ser nuestro viejo conocido Nyarlathotep, que esta casi siempre tan inquieto como dormido Cthulhu.
A Nyarlathotep le daba también por la energía atómica mientras se entretenía con 2 panteras lamiendole las manos...Magia, tecnológía y un rostro impenetrable a ver si va a ser una inspiración del Dr Doom.
En este relato habla incluso de fisica cuantica, increible!!!
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