En realidad, Lovecraft ya nos habló de legendarias ciudades y sus reptilianos habitantes en "The Doom that Came to Sarnath", pero ofrecer ahora ese mismo evento desde el punto de vista de un humano más o menos contemporáneo hace que el visitante acabe enormemente empequeñecido.
Razas extraterrestres de características no humanas, un cruce de foca con un cocodrilo, que seguramente Lovecraft creería ver conservado en el dios egipcio Sobek.
Hay cosas más antiguas y más sabias y más peligrosas que el hombre, y la ciudad no terminará por estar tan desierta como se suponía: Conservados están sus habitantes, en un proceso que se supone que los meros humanos imitaron luego en la momificación.
Algo que si es novedoso en este relato es la mención de Abdul Alhazred, el "poeta loco", que en el futuro acabará convertido en el autor de quizás el más famoso libro de ficción: el Necronomicón.
Aquí se cita unas ominosas líneas de sus poemas, augurando un futuro y siniestro despertar:
"That is not dead which can eternal lie,
And with strange aeons even death may die."
Hola, Pedro:
ResponderEliminar¿Planeas recopilar estos artículos de algún modo en el futuro? Lo cierto es que entran bastante bien, sin provocar somnolencias ni abstracciones...😊
Muchísimas gracias!
ResponderEliminarMe tomo como todo un elogio que pienses que al menos la lectura es entretenida, cosa que no ocurre en todos lados...
No estaría mal hacer un librito luego con ellos.
Pero de momento los editores no andan aporreando mi puerta... ¡Pídeselo tu a alguno! ;-)