lunes, 23 de noviembre de 2015

EL VIAJE DE ARLO: UNA AVENTURA WESTERN DE UN NIÑO Y SU PERRO

Tuvimos las suerte de asistir a una presentación del director Peter Sohn que dejó claro los grandes valores que sin duda tiene esta película, comenzando desde el viaje de documentación del equipo de producción a los parajes del Noroeste en los que vivieron los Dinosauros en Estados Unidos.

Aunque los personajes son cartoon, los paisajes son reflejados con un realismo, grandiosidad y belleza que no han de tener precedente en el cine de animación.


Así, el contexto acaba determinando la historia, que a pesar de estar protagonizadas por seres jurásicos no esconde otra cosa que un Western: Las aventuras de un niño perdido y su perro (aunque el perro, en este caso, es un niño).


Quizás se deba a ser un proyecto heredado de otro director el que no obstante la película no tenga demasiado interés más allá del estético para espectadores adultos: el plot está calcado al milímetro de El Rey León, incluyendo los papeles de protagonistas y secundarios.

Es lo que tiene tener muchos años: Ya has visto casi de todo.


Mas, al César lo que es del César, si el largometraje nos deja por segunda vez -tras Del Revés- con la impresión de que Pixar ha vivido tiempos mejores, en cuanto a su originalidad y relevancia, la genial originalidad de esta productora queda magníficamente recuperada, ejemplificada y resumida en el corto que antecede a la película: Sanjay's Superteam.


Cuenta la historia de un joven fan de los superheróes que no tiene tanta devoción como debiera por los antiguos Dioses que la familia venera, pero que acabará viendo a estas olvidadas divinidades bajo una nueva luz.


No se puede contar más y más profundo en menos tiempo, con un decorado mínimo y con momentos de gran espectacularidad.

Esperamos que en el futuro encontremos más agradables sorpresas como esta, llenas de originalidad y con profundas metáforas.




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