lunes, 19 de octubre de 2015

SHERLOCK HOLMES CONTRA EL REY DE AMARILLO. SEGUNDO PASE (I)

¡Bueno, pues aunque mi intención inicial era asistir como mero y discreto espectador, los Hados se confabularon para que acabase encarnando a Sherlock Holmes en esta segunda edición del juego de rol en vivo de Despertalia!


Para comenzar vamos a ir comentando algunos de los más notables personajes sherlockianos que me acompañaron en la partida, todos magníficamente retratados por Rafa Sanchez.


Para empezar, no podría hacer mucho Holmes sin la presencia del Doctor Watson, cuyas heridas en la guerra de Afganistán le hacían cojear más que de costumbre. Afortunadamente, no olvidó su bastón.


Incrementando su popularidad con cada adaptación, mi hermano Mycroft Holmes abandonó sus habitaciones en el Club Diógenes para asistir a la velada, no por ello dejando de estar pendiente de todos los asuntos de estados y de la diplomacia en general. Cada uno, a lo suyo...


Menos conocido es nuestro hermano Sherrinford, que solo reseñan algunas versiones apócrifas de nuestras aventuras. Tras dedicarse a administrar la hacienda familiar, ahora disfruta del ambiente bohemio de París, donde nos encontrábamos.


No sabemos si por que no es tan inteligente como nosotros dos, Sherrinford nos dio la noche reviviendo antiguas rencillas familiares, como no asistir al entierro de papá (por hallarme supuestamente muerto y de viaje en el Tibet).


Afortunadamente, dos no riñen si uno no quiere y los hermanos Holmes terminaron la noche como una familia feliz.


La velada estuvo llena de encantadores, espectaculares y divertidad damas. Pero Sherlock, ya se sabe, solo tuvo ojos para una: "LA MUJER". Irene Adler en persona se dejó caer por allí, y Sherlock no le quitó el ojo de encima, más que nada para que no volviera a jugársela.


Otra dama sherlockiana fue nuestra prima francesa, pintora, continuando la pasión de nuestro tio-abuelo, Vernet.


Casi tan requerido en la velada como Holmes fue el Doctor Sigmund Freud, que estaba vigilante por si a Holmes le daba por "amenizar la velada" recayendo en sus malos hábitos.


Por último, fue un honor contar con la presencia del detective francés Auguste Dupín, todo un modelo a seguir para Holmes y una de las pocas personas cuyo intelecto Holmes respeta y reconoce.


¡Pero esto es solo el comienzo de una fantástica velada, seguiremos realizando la crónica en futuros posts!

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