Una de mis lecturas infantiles, ha llegado el momento de recuperarla.
Conan Doyle, ya lo sabemos, estaba empeñado en conseguir la fama de autor multidisciplinar que su "monstruoso" hijo Sherlock Holmes le pretendía arrebatar.
Y aunque sus preferidas eran las novelas históricas como The White Company, acabó probando suerte como émulo de Julio Verne, en esta novela que reune a un grupo de doctos y simpares viajeros y los manda a un desconocido territorio donde la naturaleza ha preservado bestias jurásicas (si, por si no lo sabes, el título de la secuela de Jurassic Park -y la propia idea de la franquicia- procede de aquí).
Los progresos del reciente Darwinismo y la paleontología abría un nuevo y fantástico territorio para los escritores, y Doyle creó su propio científico de ficción parodiando quizás las muchas controversias científicas de unas teorías que se abrían incierto paso en la sociedad y en la comunidad científica.
El Profesor Challenger comparte la barba de Darwin y el genio de un enano de Erebor que ha tenido un mal día.
Sarcástico, cáustico y furibundo, es el tipo de persona que no tiene tiempo para argumentar infinitamente sobre lo que sabe que son realidades.
Acorde con la nueva ciencia, Conan Doyle crea una aislada meseta en la que sus habitantes, por los caprichos de la geografía, parecen haberse librado de combatir en la lucha por la supervivencia, y así allí sobreviven especies de dinosaurios ya extinguidas en el resto del mundo.
Aunque pionera en su día, 1912, las descripciones de los dinosaurios se nos antojan hoy, post-Spielberg, tan domesticas como imprecisas.
La tierra de Maple White no tiene ni velociraptores ni Tiranosaurios que den un buen susto al final.
Disfrutamos pues más el libro acompañando a los exploradores y compartiendo su sorpresa o necesidades más que con esos dinosaurios que parecen cocodrilos con plastilina pegada, a lo Harryhausen.
El cuarteto de aventureros "en tierra extraña", de diferentes edades y caracteres, acabaría influyendo, puede que vía cinematográfica, en Jack Kirby, a la hora de crear a los Challengers Of The Unknow, luego re-apropiados como los Fantastic Four.
Por no hablar de la Savage Land, claro.
Challenger, a quien Farmer convierte en primo de Sherlock Holmes -como hace con todos los demás personajes de ficción- protagonizaría varias obras y relatos más. ¡Esperamos poder disfrutarlos pronto!
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