Con esfuerzo y paciencia uno acaba descubriendo que, aunque soterrada durante centurias, la literatura española no es menos fantástica ni sugerente que cualquier otra.
Ayer en El País, Fernando Iwasaki nos descubre que, si bien Moby Dick y los Dioses Lovecraftianos se inspiraron en hechos y leyendas del Perú, King Kong es una adaptación de un pasaje de Jardín de Flores Curiosas (1571), de Antonio de Torquemada.
Un curioso apellido, que nos a procurado la censura más salvaje y la fantasía más desatada a los españoles.
Aprovechamos para recopilar algunas ilustraciones de la primera Bestia que se enamoró de una Bella, incluída esta última, en la que se enfrenta a Frankenstein.
En ese mismo libro, hablan de los hombres-pez, según leí en un artículo el otro día sobre los Profundos de Lovecraft.
ResponderEliminarHabrá que leer el texto original, a ver qué otras maravillas como esas describe.