Se podría definir a este autor como una suerte de "Poe con esteroides": Todo lo que se apunta en el americano aparece aquí elevado a la máxima potencia.
Los lugares comunes del romanticismo se muestran superlativos: las flores intoxican, los muertos enamoran, la perversidad se va de fiesta, los duelos se consuman, el terciopelo de trajes y colgaduras parece cobrar vida y querer afixiarnos según avanzamos en la lectura.
Baudelaire es otra de sus influencias, y la vida bohemia, aristocrática y diletante parisina es el escenario en el que se desarrollan muchos de sus relatos.
La mayoría son breves, y de fácil lectura.
Resulta que informándome sobre el autor, su padre, un noble venido a menos, se obsesionó con descubrir el paradero del Tesoro de los Caballeros de Malta, pues descendía de un Hospitalario, lo cual los condenó a una progresiva ruina.
Y, como con tantos y tantos literatos de todos los tiempos, el escritor murió en la miseria.
Gajes del oficio más peligroso del mundo...
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