Tengo que confesar que, con las ganas que tenía a esta serie tras la buenísima impresión de la primera temporada, el inicio de la segunda me ha parecido que adolecía de todo lo que los críticos tachaban a la primera, ahora veo que con razón.
La verdad es que me esperaba que cambiase bastante el tono, que cambiase el escenario, que cambiasen algunos de los protagonistas y que, a ser posible, los argumentos avanzasen con más bríos.
Sin embargo me encuentro que en esta nueva temporada hay poco o nada de nuevo, solo un el oponente, y ya lo conocíamos de la anterior.
La fórmula de los episodios se repite puntualmente y amenaza con ir a hacerlo de nuevo durante toda la temporada.
Voy a verla igualmente, pero espero que los guionistas no estiren tanto las ideas y salgan a explorar el mundo que han creado.
Si no, como ocurrió con el gran capítulo del origen de Vanessa, el pasado va a resultar más interesante que lo que ocurre ahora.
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