Siendo sincero, toda la frescura, novedad, originalidad y sorpresas que elogiábamos en el tomo anterior se desvanecen bastante en este, a mi personal juicio.
La trama apenas se mueve y en su lugar tenemos una sitcom de personajes parlanchines. Unos diálogos muy naturales, eso hay que elogiarle al guionista, pero que acaban cargándote un poco, como unas Urracas Parlanchinas. No se, algo similar dicen los detractores de Bendis de él.
Me queda un tanto la sensación del autor que ya se regodea en el relativo éxito del cómic, y comienza a reproducir clichés, a escribir lo que sabe que ha funcionado, a estirar las ideas y no salirse de lo pautado.
Vaughan hace muy bien lo que hace, lo que no estoy ya seguro es si es de interés, al menos para mi.
Más o menos lo mismo respecto a Staples: Narra perfectamente, todo lo que le echen, con una economía de medios encomiables y sin ninguna proeza espectacular.
Aunque todos sean dibujantes, hay que evaluar a cada cual con distinto rasero: Una cosa es lo que hace esta chica, y otra lo que hace, no se, Arthur Adams.
Y si ya eres un furibundo entusiasta del título: ¡Adelante, no te va a defraudar! Es más de lo mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario