martes, 1 de octubre de 2013

CRISIS EN TIERRAS...¡ORDENADAS!

Antes era más fácil.

Cuando Barry Allen descubrió un mundo similar al suyo al que podía acceder vibrando sus moléculas, y donde Jay Garrick, un personaje de cómic, era una persona real, lo llamó Tierra-2.

Y el suyo, Tierra-1. Y el siguiente, que tenía versiones malvadas de la JLA...¡Tierra-3!


Ahora, las cosas se complica en el REBOOT NEW 52.

Y es que "suponer" cinco años de aventuras, y luego "trufarlas" de retrocontinuidad caótica no puede traer nada bueno...


Resulta que DC publica un cómic que se llama EARTH 2. Pero ¿ha habido algún héroe de New 52 que viaje a este mundo para que lo bautice así...?


No solo no lo ha habido, sino que el cruce que conocemos ha sido al revés: Son Power Girl y Huntress las que vienen de "Tierra 2", con lo cual si alguna tierra debía llamarse así, tendría que ser el Universo New 52 en el que aterrizaron.


Para complicar las cosas todavía más, el prometido y lógico encuentro de la Justice League con los nuevos héroes de Earth 2 se retrasa, y son los personajes de Tierra-3 los que invaden el Universo New 52.

¿Pero quien va a bautizar a su mundo como Tierra-3, si son ellos los que llegan primero a este universo...?


Vale, las chicas de Tierra 2 llegaron antes que ellos... ¡¡pero no antes que el Outsider, el Alfred de Tierra-3, que estaba ya aquí desde el origen de la Justice League "hace cinco años"!!

Total, que en medio de semejante caos, en los que ninguna Tierra puede ostentar propiamente la designación que le corresponde tradicionalmente, alguien se da cuenta y propone una solución:


Mandar a los jóvenes Superman y Batman a Earth 2, y que ellos jueguen el papel de "Barry Allen" como descubridores (y designadores) de la Tierra alternativa por excelencia.

Así, con esta visita anterior a la llegada de Outsider o Power Girl/Huntress, todo queda ordenado de nuevo.

Todo menos una cosa: Los héroes tendrán que olvidar esta visita para no alterar los momentos en que no tiene ni idea de que exista este mundo.

Un ejemplo más de cómo la estructura editorial DC consigue burlar el más COMÚN de los sentidos...

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