Aunque la DC editorial ha hecho todo lo que ha podido y un poquito más para que ABORREZCAMOS a sus personajes, ha bastado un solo capítulo de Beware The Batman -estrenada ayer mismo- para reencender el eterno idilio con los creadores de animación Warner.
Y esta vez más difícil: ¡Sin Bruce Timm! No obstante, Murakami y su equipo, dignos herederos y sobradamente experimentados, están dispuestos a escribir el siguiente capítulo en la vida de Batman y en la ficción superheróica.
La serie se sitúa en el inicio de la carrera de Bruce. En realidad comparte premisas con el enfoque de "Batman Earth One", incluído un papel mucho más activo para Alfred, que aquí muestra hasta una fisonomía más dura y hace gala continua de sus habilidades como mentor y ex-espía del MI6.
Pero ahí se acaban las semejanzas: la manera en que se narra la historia, la Gotham que se nos presenta, y sobre todo los impecables diálogos dotan de vida a los personajes y nos hacen admitir cualquier alteración al canon clásico.
No obstante, algún misterioso ejecutivo debe haber por ahí promoviendo estas ideas que aparecen por doquier.
El primer enemigo es el Doctor Pyg, aunque aquí aparece lógicamente recreado como defensor -radical- de los derechos animales y el medio ambiente.
Es reflejado como un médico de pueblecito inglés cruzado con Jack The Ripper, ayudado por el "pasiano" Mister Toad.
Katana es introducida al final como una aliada de Alfrec contratada para ser la choferesa y guardaespaldas de Bruce.
Pero ahí no se acaban los homenajes a los Outsiders: el mismísimo Simon Stagg hace una aparición en este episodio, tan cascarrabias como siempre, ¡y acampañado de un pre-Mister Terrific Michael Holt!
Más allá de la aventura, el valor de esta serie, como de tantas, es usar los mil y un recursos creativos del Universo DC y sugerir futuras aventuras.
La decisión de usar un nuevo contingente de oponentes no puede ser más adecuada y refrescará enormemente al personaje y su mundo.
Mientras tanto, en los cómics siguen con el Joker -y su cara- para arriba y para abajo.
Es una lástima que sea la única serie "seria" de DC actualmente, pero podemos quedarnos muy tranquilos, que mientras que haya creadores que entienden tan bien a los personajes y a su mundo, aún hay esperanza.
es esto o agentes de s.m.a.s.h.
ResponderEliminarSigue la estela de The Dark Knight Rise de Nolan donde Batman se convierte en un agente fascista del poder estatal. Si en la película de Nolan la alegoría de Bane y el movimiento Occupy (movimiento que reclama unos derechos y una justicia que a nadie nos debería resultar extrañar) era clara aquí nos presentan a algunos de sus enemigos como otros activistas llevados al extremo; tenemos el cambio absurdo de orientación del dr. Pyg que señalas o esa figura de el Anarquista a la que hará frente.
ResponderEliminarEn cualquier caso, DC/Warner se está definiendo politicamente y usa a sus personajes (al menos, por el momento, a Batman (no he visto Arrow, no sé si también habrá algo de esto, aunque que Ollie deje de ser ese izquierdista ya dice mucho)) como brazo ejecutor, los héroes DC/Warner, a pesar del Superboy de Morrison, luchan por las leyes de un gobierno fascista en contra de los derechos de los ciudadanos. Pues muy bien, yo esto no lo compro por bien escrito que esté
¡Pero cuantas tonterías se pueden decir en tan poco espacio!
ResponderEliminar;-)))