SUPERHÉROES Y BELLAS ARTES

"Malos tiempos para la Lírica..."

Difícil de argumentar hoy en día en contra de que EL CÓMIC DE SUPERHÉROES ES UNA INDUSTRIA.

Y una feroz, que no parece respetar ni a los lectores que la soportan, ni a los profesionales que la engrandecen ni a los mismísimos personajes que la engendraron.

Sin embargo, aunque un extraño impulso nos lleva a todos a consumir mes a mes olvidables historietas, hoy toca romper una lanza por el valor de los cómics como Arte, ¡y el Noveno, ni más ni menos!

No podemos hurtarnos a la realidad de que actualmente un gran número de los "profesionales" que trabajan en los superhéroes realizan estas labores con la mera intención de cumplir las siempre apretadas fechas de entrega y cobrar puntualmente.

Pero tampoco podemos perder de vista a los GRANDES AUTORES de los cómics, los que aún entre las prisas y las imposiciones editoriales saben evocar en nosotros sentimientos, emociones, impresiones y experiencias que nos dicen algo, que nos interesan, que nos inquietan, que nos iluminan, que nos transforman.

Y en eso, aunque esté mal entintado, falto de fondos hasta censurado, el trabajo de los dibujantes no desmerece del de cualquier otro artista.

Yo acostumbro a recalcar en los dibujantes noveles la importancia de conocer a los grandes artistas de los cómics y seguir su tradición.

Ahora, no es menos importante el saber entroncar con una familia aún más amplia y crucial: la de los artistas en general.

Seguro que sabéis que el gran Adam Hughes ha influido en dos o tres docenas de dibujantes actuales del medio. Pero quizás no todos sepan que, Alan Davis aparte, su inspiración proviene de Alphonse Mucha, diseñador de poster y pinturas del estilo Art Nouveau.

Bajo ese prisma, Mucha deviene en un proto-dibujante de superhéroes, y uno puede fácilmente imaginar a sus alegorías y diosas como heroínas victorianas sacadas de un cómic de Moore.

Y más allá, el trabajo de Mucha estaba en realidad inspirado en sus propias creencias espirituales y herméticas. Todas las grandes obras tiene un poderoso credo detrás, de uno u otro signo. Pero eso es tema para otro día.

Hay veces en que la propia "llamada" del artista acabará por llevarlo más allá de los cómics.

Así pasó por ejemplo cuando la influencia de los pintores pre-Rafaelistas, y de sus temas artúricos, se apoderó de Barry Windsor, quien se volcó en la ilustración y la pintura para solo volver al cómic de manera puntual.

Lo podemos echar de menos, por supuesto, pero no podemos dejar de admirar el que un artista sepa crecer más allá de los límites que la propia industria le impone.

En casos como este, egos aparte, sería el momento en que la industria debería crecer ella misma para seguir incluyendo a estos talentos y evitar la "fuga de cerebros".

Creo que es el momento de defender las infinitas posibilidades de este "género de géneros" y ensalzar a los artistas que hacen un esfuerzo por explorarlas, a veces a costa de sus propias carreras profesionales.

Hacerle a Didio las páginas sueltas que le quedan para completar los números de la semana que viene está bien.

Pero por más que esto abunde, debemos diferenciar entre los "currantes" Y LOS ARTISTAS.

Y si es posible, poner nuestro granito de arena para que haya más de los segundos que de los primeros.

El creciente mercado de páginas de cómics originales es solo quizás el aspecto más material que nos indica la lenta pero imparable revalorización del cómic de superhéroes como pieza artística.

Pero sin duda, aún queda muchísimo por andar.

Superhéroes y Arte, un tema muy amplio con mil y un aspectos que os invito a comentar en vuestras aportaciones.