DOCTOR STRANGE: SEASON ONE

Creo que nadie se extrañará si digo que, obviamente, por la clase de dibujantes que me gustan, la clase de dibujantes que impera también en el cómic americano, el trabajo de Emma Rios, cuyas influencias no vienen en su mayoría de este campo, no estaba ni cerca de llamarme la atención.

Cosas del sistema americano, que primero contrata al artista y luego "a ver donde lo pongo". Y como con muchos otros, aún con estilos más americanos, para un sitio donde encajan, quedan regular o mal en otros nueve.

"No hay artistas malos, hay proyectos inadecuados. Mi mantra favorito.

Pues hablando de mantras, Emma ha conseguido sin duda un lugar donde su alternativa estética no solo no está de más sino que es requerida, dotando a la historia de un toque personal, distinto, cálido, oriental, "sucio" e inesperado.

Evidentemente, es en un cómic sobre el que no tenemos expectativas donde la sorpresa tiene lugar de ocurrir, y en esta ocasión ha sido la nueva versión del origen del Doctor Strange dentro del conjunto de novelas Season One donde por fin la artista ha dado con la horma de su zapato.

Y es que aunque estas aventuras son apócrifas por definición y vienen siendo cuando menos irregulares si no directamente olvidables, seguramente la ausencia de muchas aventuras del Doctor Strange, aunque no faltan revisiones de sus comienzos como la fracasada de JMS y Peterson, ha hecho que este cómic brille más allá de su uso como puerta de inicio de nuevos lectores.

Y es que no solo es mi trabajo favorito de la dibujante: Es el mejor guión de Greg Pak que he podido leer.

Respetando lo que conocemos de la historia de Strange, el guionista se dedica a actualizar pero sobre todo a rellenar huecos de como Strange pasó de cirujano frustrado en busca de cura a Maestro de las Artes Místicas.

La peregrinación a oriente, la amenaza de Mordo es la misma, pero el cómic se complementa con un "Año Cero", una primera aventura centrada en evitar las primeras tramas de Mordo.

Bien podría usarse este quest alrededor del mundo acompañando en busca de objetos mágicos como la base para la rumoreada película del Mago.

Lo mejor para el final: El guionista le da la vuelta a la historia que conocemos presentándonos un joven y orgulloso Wong que en lugar de humilde servidor es el fiero competidor de Strange, aunque acabará aprendiendo una o dos lecciones por el camino.

Así que los autores han hecho su trabajo al relanzar al Doctor para las nuevas audiencias. La pelota queda en el campo de los lectores, a ver si en esta ocasión se ilusionan por el personaje como lo he hecho yo.