Pero ya sabéis lo del clima en NY: Se me ocurrió salir sin abrigo y poco a poco el día, en lugar de caldear, se tornó en una ventisca de esas que vienen de la tundra canadiense lo cual deslució bastante el paseo.
Lo digo para que nadie más se confie... Ja, ja..
Comenzamos el día, eso si, con una visita obligada, el Rockefeller Centre.
Al ladito, la conocida sala Radio City Music Hall.
Todo el conjunto es de inspiración Art Noveau, puro Opal City...
Y no olvidemos otro clásico neoyorquino: Las bocas de incendio, que ya, ay, no son rojas...
Lámpara de Tífanny que decora el Hall de entrada a la Torre Rockefeller.
Y ahí estamos: Tras un viaje en ascensor con techo de cristal para acojonar, esa es la catedral de San Patricio, vista desde arriba.
Y aquí podéis comprobar que soy igual del grande que el Empire State...
Varias vistas de Rascacielos.
Ese blanco parece Lexcorp...
Aquí podéis apreciar la variedad arquitectónica y de alturas de NY.
Este es el lado Norte, con el parque (y yo sintiendo la ráfaga de aire...)
Y el mirador de abajo visto desde el de arriba.
Continuando el paseo, otra vista del Chrysler...
La Bandera, que no falte...
Una bonita embajada, no se si de Polonia o así...
Estas tres fotos no son mías, por que olvide sacar y por que creí que era demasiado bonito como para que pudieran permitir sacar fotos allí: Mi mayor descubrimiento neoyorquino: LA BIBLIOTECA MORGAN.
Hogar de un banquero bibliófilo de principios del XX, es una mansión que más parece un templo masónico.
En la colección hay desde manuscritos medievales a sellos babilónicos. Decir que me sentía como en casa, es decir poco...
En resumen: Mejor que la casa del padre de Indiana Jones.
Si vais por allí, no os lo perdáis.
Muchas gracias ,Pedro,por mostrarnos tu visita a NY y por hacernos participes de tu viaje,para mi,que nunca estuve me parece una ciudad increible,asombrosa y fantastica...
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