SE NOS ROMPIÓ DC DE TANTO USARLA...

De tanto rebootearla, podíamos decir...

Supongo que es algo personal, pero el que, de repente -o no tanto-, uno se quede sin una de las editoriales que seguía de toda la vida viene a ser bastante traumático, un shock, una pérdida de esas que te hacen pasar por las cinco fases: Negación, Ira, Aceptación...

...Yo creo que ya voy por la Aceptación.

Vamos, que parece claro que a pesar de los enormes fracasos creativos y los subsiguientes comerciales en más de la mitad de la línea, desmontar ese tinglado va a llevar mucho tiempo, y aún más llevaría generar una situación editorial capaz de reunir creadores que encauzasen DC hacia lo que uno espera de ella.

La lectura y el coleccionismo de cómics, de cualquier cosa, tiene esa similitud con las drogadicción: Estamos enganchados, los compramos compulsivamente y cuando dejan de tener efecto en nosotros conllevan un doloroso retorno a la realidad, y quizás comprender que hemos estado malgastando parte de nuestra vida. O toda.

Y en mi caso, ya sabéis que sigo dedicando buena parte de mi tiempo a ellos en este blog (y fuera). Pero creo que es indiscutible que lo hago con un creciente distanciamiento emocional.

Las razones por las que empezamos a seguir los cómics, por las que aprendimos a valorarlos, a amarlos,  por las que deseamos participar como creativos en ellos, ya no están.

Ni se las espera...

DC no solo ha optado por un camino de dudoso destino en el que no nos podemos adentrar sino que lo ha hecho arrinconando a los autores que más nos inspiraban y mofándose directamente de los que valorábamos sus modos y maneras.

Difícil no sentirse estafado y abandonado: Darnos cuenta, como la Jurado, de que tras 30 años ya no nos quieren, de que quizás no nos quisieron nunca, salvo por nuestro dinero supone un doloroso despertar "una mañana gris"...

Y a parte de la broma del título, no es, claro, solo cosa de DC. A pesar de que Marvel ha sabido en estos últimos años recuperar algo del enfoque tradicional y reconducir a algunos de sus principales personajes, no dejan de ser un tuerto con cataratas en el país de los ciegos.

El Spider-Man de Slott no merece por lo visto a los dibujantes de primera fila que si vemos en proyectos especiales.

Las muchas series de la franquicia de los Vengadores no han tenido más que artistas "de relleno" desde los seis primeros números de Immonen en New Avengers. Y esta es la franquicia principal.

Algunos de los mejores artistas desaparecen a mitad de la corrida, se dejan el toro sin matar, para que lo apuntillen "maletillas". ¿Y donde están los Civiles que los detengan...?

Hemos visto a los X-Men fracasar por enésima vez en su relanzamiento, resultando más diferentes y artificiales cuanto más intenta parecerse a lo que fueron. Que Aaron haga un revival de la etapa Morrison (en espera de artista, también) no nos va a hacer olvidar a Byrne.

Así que, despertado de mi personal "sueño de los justos" leo y escribo sobre cómics más por rutina y casi por miedo -¿qué hacer, si no? ¿ver series...?-.

That's a fact.

La distancia entre la teoría y la práctica se hace cada vez más insalvable.

Por que, en teoría, es sencillísimo, con los autores y editores adecuados, y la voluntad,  dar un giro a la situación.

Pero en la práctica, si es que dichos creativos existen, es imposible para ellos acceder a los puestos necesarios.

Tanto para ellos como para mi mismo... Saber de cómics de superhéroes "ya no se lleva", que dice un amigo...

Y a ver que hago yo ahora...