Los números recopilados en este tomo son ese tipo de cómics antiguos de superhéroes que le dan la razón a los que no quieren leer comics antiguos de superhéroes.
Vamos, que aunque Azzarello los desconozca, no se pierde nada de nada.
Y sin embargo, se puede obtener de ellos una gran lección histórica.
Tras una Silver Age en el que el título se basó en el desarollo de la "Wonder Family" (Wonder Girl, Wonder Tot, Wonder Queen) y otros secundarios similares, el reiterativo uso de estas fórmulas a finales de los '60 seguro que acabó creando una reacción adversa en unos lectores ya acostumbrados a los prodigios de Marvel.
Así que Kaningher, editor y guionista "absolutista" desde la defunción de Moulton, se erige en protagonista de una de las aventuras y, reuniendo al cast de secundarios, los exilia de la serie por decreto.
Y, como para vengarse de los lectores que habían criticado su enfoque, les demuestra que su Wonder Woman era la mejor a base de recuperar treinta años después los modos, maneras y continuidad de la Wonder Woman original.
Fuerza a Andru y Exposito a remedar de mala manera el personalísimo estilo de Peter y recuenta el origen de la Golden Age, con sus nazis, sus villanos caricaturescos y con Diana, Trevor e Hipólita como únicos protagonistas.
Semejante REBOOT causaría el doble de revuelo que el enfoque anterior, y a los cuatro números el dibujo vuelve lentamente a ser el mismo de siempre, y se diluye la ambientación de los '40, aunque los plots, independientemente del periodo, se convierten en lo más artificial, previsible y subrealista que imaginarse pueda.
Todo un argumento en manos de los detractores el género.
Los dibujantes acabaron abandonando el título, y tras unos números de Irv Novick, la cosa terminó del único modo posible ¡¡¡CON OTRO REBOOT!!! Llegaría, claro, la Wonder Woman ESPÍA a lo Emma Peel, por que Kaningher ya se había asegurado de reducir al enfoque anterior al absurdo y conducirlo a un callejón de salida del que solo la nostalgia lo sacaría.
Así que es cierto: DC no ha sabido casi nunca qué hacer con Wonder Woman.
Pero también es verdad que los REBOOTS no llevan a ningún lado, salvo a otro reboot y al eventual retorno al molde original, convenientemente actualizado.
Nihil novus sub sole.
Despues del reinicio de George Perez ya no hacian falta mas reboots... si acaso,"limpiar" chorradas que se han hecho luego...
ResponderEliminarNecesitamos EDITORES y Dios nos envia Didios...
:(
Lo malo es que hasta puede decir que está respetando el pasado... ¡¡¡EL PASADO DE REBOOTEARLA A CADA DOS POR TRES!!!
ResponderEliminarLo de los editores Dc es de risa. Menos Berganza, el más viejo lleva dos años en la editorial...
Didio se ha quitado de enmedio a todo quisqui, culminando con el abandono de Carlin.
Recuerdo que leyendo el segundo showcase de Kanniger pensé que ya me resultaba cargante verla enfrentada comic tras comic a una ostra gigante, una ballena gigante y no digamos cuantos calamares... gigantes. Si le comparo con las ideas de Garnerd Fox ni te cuento como queda el resultado. Compraré este tomo y lo leeré por completismo pero ya sé que será ridículo. Pero no puede ser mucho peor que los dos primeros que ya he leído.
ResponderEliminarWonder Woman fue gigante con Perez y la he tolerado con Gail Simone. Perez demostró que se podía hacer algo con ella y yo lo sigo creyendo.
Wonder Woman ha tenido dos etapas muy diferentes y que han dejado huella en el consciente colectivo y son: La primera con las aventuras mas "bondageras" y que mostraban el poder femenino creadas por el inigualable Moulston y que la convirtieron en un icono de la cultura pop.
ResponderEliminarY la segunda con el reboot tras las Crisis que hizo el gran George Perez la cual combina "ARTE" con mayusculas en una de las mejores reinterpretaciones hechas jamas a un personaje del noveno arte