¿QUÉ ES CONTINUIDAD? (V)

Ya hablamos de la necesidad de la continuidad de revisarse, y los implantes de continuidad que adecuan los eventos anteriores a las versiones imperantes en la actualidad.

Ofrecer una versión nueva de hechos anteriores es algo bastante fácil, y que se viene haciendo continuamente, claro.

Pero el secreto para hacerlo con éxito es que la nueva versión sea más inclusiva que la anterior, que ofrezca lo que ya conocemos más nuevos hechos que amplíen nuestra visión y no contradigan, claro, lo establecido.

Quizás el implante de continuidad más radical fue la nueva versión del origen de DD que Miller escribió en Man Without Fear. A pesar de no seguir la historia original, incluye todos los detalles relevantes, incorporando los personajes que Miller introdujo luego (Stick, Elektra, Kingpin) y cuya presencia en esos primeros años hace ya mucho más plausible sus apariciones anteriores.

Así, la versión original queda descartada pues esta sirve para lo mismo y para cosas que la otra no servía. Esta es "la verdadera".

Y así, tras setenta y cinco años de superhéroes, por cada "problema de continuidad" los creativos han creado historias en las que se encierran las soluciones a estos interrogantes.

Especialmente brillante fue la idea de Dan Slott para justificar de una tacada los infinitos errores de continuidad de villanos que aparecen en una serie SIN CONTINUAR DONDE SE QUEDARON EN LA ÚLTIMA APARICIÓN.

Ya comentamos como considerar a los villanos parte integrante del mundo, donde su historia debe ser tan conexa como la de los héroes es algo fundamental en Continuidad.

Pues bien, la idea de Slott en un número de Hulka fue revelar que habitantes de un mundo paralelo (Tierra-A, introducida años ha en FF) vienen a nuestro mundo "disfrazados" de supervillanos para hacer turismo. Si un personaje no se corresponde con la versión que vimos la última vez, no es el verdadero, si no un "intruso" de Tierra-A.

Usando a los expertos en cómics de la firma de abogados de Hulka, con Stu a la cabeza, Slott aprovechó para avergonzar a editores y guionistas poco profesionales que consideran que no es su obligación rastrear la historia establecida de los personajes que utilizan, creando así constantes divergencias que lo que hacen es convertir sus historias en apócrifas cuando no imposibles.

Y es que, se concluye que sólo los guionistas que estén al tanto del conjunto RELEVANTE DE AVENTURAS DE UN PERSONAJE pueden guionizar con éxito a dicho personaje.

De lo contrario, si ignoran hechos fundamentales de su historia, no están continuando la vida de ficción de ese personaje, sino escribiendo sobre una versión alternativa, una que no tiene en su haber la totalidad de los eventos vitales, y que por lo tanto no es la verdadera ni se comportará o reaccionará como ella, pues no tienen (en la cabeza de sus creadores) la misma experiencia vital.

Trabajar en continuidad supone por lo tanto INNOVAR CONTINUAMENTE, enfrentar nuevas antítesis a las tesis existentes y alcanzar nuevas síntesis, en un eterno movimiento dialéctico, que anima por igual nuestro propio mundo, y el de las criaturas de ficción que originamos.