He estado releyendo este tomo que continúa la etapa de Dini en Detective y maravillándome de la habilidad de Dini, que es la mismísima encarnación de "no hay personaje malo".
El torpedo de Jeph Loeb creó con Batma: Hush una historia de "whodunnit", de "adivina quien es el asesino", en donde el único personaje nuevo, el Doctor Tommy Elliot, amigo de la infancia de Bruce, se convirtió evidentemente en el único sospechoso. Y en efecto, detrás de todos los infructuosos intentos de despiste, al final era él.
Sucesivos "guionistillos" degeneraron al ridículo personaje más allá de lo soportable, quemándolo en el mismo intento de hacerlo más relevante durante sus apariciones en "Gotham Knights".
Y ahora llega Dini, que ya llevaba una brillante etapa en Detective desde la llegada de su "partenaire" Ngyen y en un par de episodios vuelve a Hush del revés, convirtiéndolo no sólo en una siniestra amenaza al fin, sino que además lo dota de la especial mística de los villanos de Batman, cada uno poseído por su particular manía, en este caso, el lado oscuro de la cirugía y los hospitales.
Y a la vez, demostrando oficio, trama en su particular historia a otros habitantes de Gotham, como el Espantapájaros o Mr. Freeze, Zatanna o su nueva creación, la Ventrílocua. Es esta una historia DE Batman no CON Batman, como tantas y tantas.
Tommy Elliot queda convertido, a través de diferentes flashbacks en un reflejo oscuro de Bruce Wayne, de la misma manera que el Joker es la otra cara de la moneda de Batman.
Y es que la genialidad de Dini como guionista de Batman ha sido tener muy presente el lado humano, real, de Bruce Wayne como personaje.
Nguyen ciertamente no es un heredero de Neal Adams o Alan Davis, pero su estilizado dibujo suple con atmósfera y diseño lo que obvia en figura, fisonomía o fondos.
Ciertamente cuenta la historia y no entorpece el que el lector se centre en esta totalmente, desde ese punto de vista, un colaborador perfecto.
No contento con dedicar una saga a un personaje tan olvidable, Dini ha convertido esta historia en trilogía, y Hush es el protagonista tanto de la primera como de la última saga de Streets of Gotham, que ardo en deseos de leer, releer y valorar.
Es verdadera magia la capacidad de un creador de dar sentido a lo que no lo tenía y sacar de donde no había.
Un error de redacción: "en un par de episodios vuelve a Hush del revés, convirtiéndolo no sólo en una siniestra amenaza de nuevo," De nuevo, no, será "al fin".
ResponderEliminarEra una trampa para ver cuantos fans de Loeb hay entre nosotros... Uno nunca sabe... ;-)))))
ResponderEliminarCoincido punto por punto. La etapa de Dini en Batman es digna de recopilarse en futuro, como haven ahors con la de Morrison.
ResponderEliminarCuando leí esta historia en la serie mensual, hace tiempo (allá por el número 20 y pico... Parece mentira que estemos a pocos meses de llegar al número 50 de una serie de Batman en España, cuánto hace que esto no pasaba? Desde Zinco??) me impactó lo mucho que me gustó, y eso que Silencio nunca me había gustado.
Y tido lo que se diga de Nguyen es poco!
Perdón... "tido" = todo. "haven ahors" = hacen ahora. Se me ha ido en el otro comentario.
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