Pero a Jack Staff lo llevo siguiendo desde sus inicios, ahora a través de cómodos recopilatorios en Image. Acaba de aparecer el cuarto.
La cosa comenzó como una nada disimulada propuesta de Grist para Union Jack que, rechazada por Marvel, pronto cobró vida propia moviendo un poco la lado la bandera del uniforme. Hasta unos Invasores sui-generis no tardaron en aparecer.
Pero Grist ha seguido, sin prisa pero sin pausa, ensanchando el mundo de Jack Staff, poblándolo con trasuntos u homenajes a todos sus filias comiqueras, hasta que el cómic se ha convertido en una serie coral donde el héroe británico de a pié ha tenido que ceder el protagonismo a todo género de personajes: guerreros inmortales, cazavampiros, espías invisibles y, en este tomo, un mono que se encarga de arreglar los problemas de la REALIDAD.
En lo gráfico, Grist tiene obvias limitaciones. Pero como se dice en estas ocasiones: ¡Que gran narrador es! Con cuatro rayitas y unos fondos que brillan por su ausencia nos mete de cabeza en la historia de estos personajes de los que no nos cansamos de leer más y más.
Un comic ligero, divertido, donde los fans de los superhéroes podemos encontrar un poquito de todo lo que nos gusta. Genial caracterización y diálogos, más homenajes a otros comics por doquier. Cosas que hoy en día ya quisiésemos encontrar en las series de Marvel y DC.
Todos los cómics de Grist destilan amor por y homenajes al género (Kane al DD y Miller y Jack Staff a todos los que comentas). Ojalá alguna editorial publicase nuevo material de este estupendo autor.
ResponderEliminarImpacientes Saludos.