SUPERMAN 701: EL CAMINO AL INFIERNO...

Interrumpimos la programación habitual para...poner verde a JMS.

Y es que, leído el primer número de su Superman, con acento en la "SU", mis más agoreros pronósticos se han quedado cortos.

Recapitulando, yo estaba encantado de reconocerle el talento creativo a este señor, aunque disfrutase más de sus obras independientes que de su tratamiento de personajes Marvel.



Pero leído su primer capítulo la verdad es que no solo se pone entre paréntesis su habilidad para escribir a Superman, sino que en sus palabras trasluce una personalidad rayana en lo egomaniaco.

Según se me va pasando el shock de la incredulidad estoy casi contento de que una vez al mes (igual dos, a ver su WW) vamos a tener ocasión de reirnos aquí todos un poquito. Aunque la cosa no tenga ni pizca de gracia.



La historia arranca con Superman haciendo de mecánico, para relacionarse con los meros mortales de una manera útil.

Pero ya en la página 3, Superman abre la boca, y como la tía del chiste, la caga. La manera en que responde a las preguntas de los reporteros es mucho más propia de Jaime Ostos que de Superman. Chulo, impertinente, estúpido. JMS NO SABE ESCRIBIR A SUPERMAN. Chuck Austen, que le hizo a Superman decir a un terrorista que si no soltaba la pistola se la iba a meter por el culo, es Mario Puzo a su lado.



Mal escrito lo que Superman dice a la gente y peor escrito lo que la gente le dice a él, como un INCREÍBLE camello que se encara con él todo chulito, no sabemos si después de consumir demasiado de su propia mercancía.

A continuación, Superman hace un uso incorrecto de su visión calorífica, que de repente atraviesa las paredes sin quemarlas, como si fueran microondas.

Luego ya entramos en materia y es cuando la cosa se va de madre. JMS hace que Superman exprese opiniones políticas y juicios morales sobre personajes reales. Por ejemplo, según Superman, si el mundo fuese justo, GADAFI DEBERÍA ESTAR MUERTO.



JMS NO SABE ESCRIBIR A SUPERMAN. Pero lo que es peor, es que lo usa, LO PROSTITUYE, haciéndolo portavoz de sus particulares opiniones sobre el mundo y la vida.

Y no es nada nuevo. Ya lo hizo con Spider-Man y su discursito post-9/11. Imaginaos 12 numeritos así. ¿No era este el escritor que se dedicaba a escribir discursos a políticos? Por mi, está tardando en volver a ellos.



Me hace gracia, por que en TODOS los dibujos animados de Superman de los Fleisher, para lo único que abre la boca el kryptoniano es para decir "LOIS, ¿ESTÁ BIEN?". Tres palabras.

Este Superman parece que se haya tragado un diccionario y le haya sentado muy, muy, muy mal. A falta de dinosaurios robots y científicos locos con los que enfrentarse, el personaje, desnaturalizado, llena viñetas y viñetas con unos discursitos que, lejos de modernizarlo, lo estereotipifican como ese boy scout rancio y pesado que a nadie puede interesar. ¿Quien va a querer leer comics protagonizados por un profesor de ética "sui generis"...?



Me gustaría poder decir que ya puede el final de la saga merecer la pena para aguantar estos comienzos, pero la verdad es que ninguna conclusión puede justificar semejantes desatinos.

Malo es que alguien escriba lo de Gadafi... ¡pero que atraviese los filtros del editor y el editor jefe...! Eso es descorazonador.

Y, como veis, pasito a pasito, Supes sigue su quijotesco camino, hasta la proxima ciudad. Por cierto, que este episodio supuestamente transcurre en Philadelphia, pero al menos yo no he reconocido el vecindario.

Tongo.