La verdad, que para tratarse de una obra en la que precisamente se repasan y homenajean los años '70 y '80 de los comics Marvel, los que primero nos impresionaron como lector, no puedo decir que despierte un cariño especial o que la valore como la obra original.
Quizás sea por que Busiek, cansado y ocupado, ha echado mano de Stern para ayudarle en el guión.
Quizás se deba a que el argumento original de Marvels II al final ha sido usado por Busiek en Astro City: The Dark Age (ya hablaremos de ella cuando lea su conclusión), y esta es por lo tanto una historia de segundas.
A lo mejor, los momentos reflejados tienen menor empaque que los originales de la Silver Age.
El caso es que el tebeo resulta innecesario, monótono y hasta aburrido. Las andanzas cotidianas de Phil Sheldon parece ahogar los verdaderos momentos interesantes del comic que son las apariciones superheróicas, la mayoría indescifrables hasta que uno llega al índice de referencias al final.
No podemos dejar de tener en cuenta que, siendo un gran -y lentísimo- artista, Jay Anacleto no es Alex Ross, carece del poder iluminador del maestro, capaz de ofrecer una nueva perspectivas sobre escenas ya conocidas y elevarlas a altura mítica.
Más probablemente se trate de que el mecanismo narrativo que sirvió para presentar la irrupción de las "Marvels" no funciona igual de bien a la hora de contarnos el oscurecimiento del Universo Marvel durante esas dos décadas.
O quizás es la vieja historia de siempre: No hay camino de retorno al paraíso perdido...
Yo me compré el primer número, lo leí, y ahí se quedó mi hsitoria con esta limited.
ResponderEliminarDecepción y Aburrimiento, a partes iguales.
Saludos.
ResponderEliminarNo se podía hacer esta obra sin Alex Ross... así ha quedado a medio gas, sin la chispa de realismo que tan bien quedó en Marvels y que la hacía tan creible.
Por mucho que se esfuercen no deja de ser otro comic actual hablando de historias pasadas, ni mas ni menos.
Es una pena, podrían haber hecho otra maravilla como ya hicieron en su momento.
Supondremos que lo importante es hacer caja y que quien quiera ver obras de arte se vaya a un museo.