Al César lo que es del César, uno de los pocos logros positivos de la Era Didio ha sido recuperar a James Robinson como guionista de comics, al que habíamos perdido años ha en favor de la industria cinematográfica. Ahora se ha convertido, con Morrison y Johns, en uno de los pilares de la editorial.
Dicho retorno tuvo lugar durante la etapa "One Year Later" de Batman, que representaba las nuevas y "optimistas" versiones del Cruzado Enmascarado y Robin en una compleja trama de villanos en la que lo destacaba, como es sello en la obra de Robinson, era el rescate de personajes olvidados, en este caso el detective privado Jason Bard.
De ahí paso a escribir Superman tras la marcha de Busiek, en lo que ha sido una larga etapa de desiguales logros.
En este caso el personaje rescatado ha sido Atlas, una especie de hércules mítico que Kirby creó en un único especial para luego abandonar. Robinson lo integra en el Universo DC, uno de los muchos personajes envueltos en la trama del Proyecto 7734.
Quizás muchos lectores no se hayan percatado de que la inspiración para los personajes de su etapa en Superman se haya en los que compartían el título Action Comics con él. Así, el nuevo Zatara se instalará como mago en Metropolis huyendo de la competencia de su famosa prima. Vigilante resucitará como sheriff de un misterioso pueblo fronterizo lleno de supervillanos y Congo Bill/Congorilla pasará a integrar la JLA. Como saben los fans de Robinson, Mr. América ya fué tratado por el autor intensamente en su miniserie The Golden Age.
Sin duda los planes de Robinson se vieron alterados por la marcha de Superman a New Krypton, recordemos que se supo de una fuerte discusión entre Didio y él que finalmente acabó con la permanencia (al menos hasta la llegada de JMS) de Robinson en los títulos. Pero el guionista hizo de la carencia virtud y, eliminado Superman, decidió centrarse en sus secundarios, como son Mon-El y Guardian, el personaje de Kirby que este mismo recuperó durante su etapa en Jimmy Olsen y que viene a ser un Capitán América de DC.
El trabajo de Robinson con Mon-El y compañía comparte en parte el tono reflexivo y "romántico" de su tratamiento de Starman, y en ese sentido no podemos terner queja. Si se echa de menos que completase sus planes para estudiar la composición de Metropolis como ciudad ficticia, que había intentado convertir en algo tan real como su Opal City pero que finalmente queda solamente apuntado en algunos pasajes. No obstante, nos quedan estas magníficas portadas de Andrew Robinson, frecuente colaborador de su tocayo.
Digámoslo ya: En el nuevo trabajo de Robinson se echa de menos una fuerte mano editorial como en su día fue Archie Goodwin para Starman. Su etapa en Superman ha sido torpedeada por un horrible baile de MALOS dibujantes. Pero además, detalles como que Mon-El se pasase casi toda ella con el horrible uniforme de calzones largos de los años '50 solo señala una inmensa miopía editorial a la hora de lanzar a este personaje al protagonismo. Aquí tenemos su rediseñado uniforme en una portada realizada por el madrileño CAFU, que también dibujó el complemente dedicado al Capitán Atom, relacionado también con toda esta saga.
Se adivina que la idea de New Krypton ha sido algo impuesto al autor, por que él se hubiese molestado en diversificar las reacciones de toda una raza de seres superpoderosos, que sin embargo actuan convenientemente como en Fuenteovejuna, todos a una.
En New Krypton Robinson se encarga de colar las referencias al Krypton weisingeriano, sean las montañas de diamante o los dinosaurios telépatas, y de preparar las visitas de los demás alienígenas (GLC, Thanagarianos, Adam Strange, Jemm of Saturn...) mientras que un Rucka totalmente fuera de su elemento lleva el peso de la trama, quedandose al final en un quiero y no puedo.
Si nos queda este magnífico homenaje de Frank a la película de Donner: Kal-El enjuiciado como los Criminales de la Zona Fantasma.
Por lo demás, la larga trama de Robinson que une al Guardián con la Policía Científica esta llena de ocultas referencias que, como en Starman, sólo cobrarán sentido una vez concluida la saga. Su etapa requiere de al menos una relectura para apreciar, de nuevo como en Starman, la temprana planificación.
Pasando a comentar su trabajo para JL: Cry for Justice hay que destacar de nuevo la horrible planificación editorial de Didio que no solo destripa el final de la aventura antes de que lo veamos publicado, sino que al final requiere dibujantes de complemento para poder sacar el final en una fecha más o menos decente, aunque tres meses posterior a la llegada de Robinson al título principal. Algo así en un proyecto pintado (y más caro) como este es un sacrilegio.
Es esta una mirada de conjunto de Robinson sobre el Universo DC, donde de nuevo introduce a sus personajes fetiche Congorilla y Starman/Mikael y donde ha sido el encargado de SALVAR TODAS LAS CIUDADES FICTICIAS DE DC. Didio, con su habitual estilo necrofilo/psicópata, pensaba que Robinson LAS DESTRUYESE TODAS MENOS METROPOLIS Y GOTHAM POR QUE LAS CONSIDERABAN DEMASIADO GENÉRICAS. Robinson, representante del sentido común, ha preferido conservarlas e irlas caracterizando poco a poco. ¡Este Didio es mucho peor que una ola de anti-materia, señores!
Pasando por último a su trabajo en JLA, parece que Robinson ha sido víctima de nuevo de una horrible planificación editorial, abarcando más de lo que puede apretar. No sólo ha tenido que despedir a la mitad de los personajes anunciados como miembros casi antes de que apareciesen, sino que, sintiéndolo mucho como fan suyo que soy, creo que no acaba de encontrar el tono de la serie, abundando los monólogos introspectivos que sin duda están fuera de lugar en un título "WIDESCREEN" como JLA. Sus contínuas referencias a la Historia del Universo DC, que conoce y ama, hacen que sus historias tengan mucho más que ver con el enfoque de series clásicas como la JSA que con la ciencia-ficción espacial que es el scope correcto para la Liga.
No obstante es pronto para juzgar. Precisamente el cross-over JLA/JSA centrado en el retorno de jade y las energías del Starheart puede ser su ocasión de poner su sello en la serie. Ha puesto ciertamente el listón muy alto al anunciar que Jenny-Lynn Hayden, Jade, se va a convertir en su próximo JACK KNIGHT...
Lo que si ha sido todo un placer leer ha sido su trabajo para el Starman #81, aún más cuando ha anunciado que volverá a su personaje Shade en una próxima miniserie. Ahí se ve sin dudas que quien tuvo, retuvo.
Mientras, los lectores españoles sigue esperando que Planeta encuentre el momento de lanzar los tomos que recopilan Starman, esa obra cumbre de los superhéroes en los '90 que la mayoria aún ignora por estos lares. Esperemos que la llegada de Robinson a JLA sea suficiente revulsivo. ¡Ahora o nunca!
A Jason Bard no me hagas rebuscarlo, pero juraría que ya lo recuperó Chuck Dixon en unos números de Birds of Prey
ResponderEliminarProbablemente, por que era noviete de Batgirl/Barbara.
ResponderEliminar¿la ultima imagen a que pretenece?
ResponderEliminarExperimento 626
Te envidio por lo de Kramer.
ResponderEliminarLa imagen es un pin-up de Harris, tb dibujante de Exmachina.
Parece ser que Robinson es continuamente minguneado en la editorial frente a Geoff Johns, y es una lastima ya que en su momento fue uno de los mejores guionistas de la editorial.
ResponderEliminarLas continuas interferencias en sus guiones no hace mas que perjudicar su imagen como por ejemplo Cry for Justice, cuyo último número ha sido catastrofico estropeando por completo una historia que no estaba tan mal.
En el articulo comentas que es uno de los pilares de la editorial junto a Johns y Morrison, en mi opinión para la editorial solo cuenta Johns, si os fijaís el que fue asistente de Richard Donner, nunca la caga, aunque haga truños como Flash Rebirth; el resto si, Morrison con Crisis Final cuya historia fue contradecida por otras antes de ser publicada, y Robinson con Cry for Justice.
Y es que Johns es actualmente el niño bonito de la editorial, se permiten (Didio y Johns) hasta reirse en publico de Morrison, como criticó en su momento Waid, otro por cierto bastante maltratado no dejandole guionizar Superman, ni por asomo.
Robinson realizó un trabajo memorable en Starman, pero no hace falta irse a su etapa en Superman para encontrarle defectos, que cuando escribe algo porque le pagan se le nota mucho, no hay más que ver sus números del Capitán América de Heroes Reborn, son taaaaaan malos que los de Liefeld me parecen buenos a su lado, y la saga de los números 13 otros que tal
ResponderEliminarNo me extraña que Waid critique ese comportamiento, no hace tanto él era el guionista estrella de la editorial, y al menos para mí, sigue siendo tan bueno como entonces y está a años luz de Johns, aunque se empeñe en llevarme la contraria haciendo mierdas como el Batman en Barcelona
A mí fuera de Starman, en su vena más comercialota, me gustan mucho sus Leyendas de Batman, Wildcats o esa joyita que es el Batman/Hellboy/Starman con Mignola.
ResponderEliminarPor no hablar de la deliciosa Leave it to Chance o Firearm (mi tebeo Robinsoniano favorito.)
Pero yo es que guardo buen recuerdo hasta de su Capitan America. Principalmente porque por aquel entonces era un tebeo que se podía leer.
Ahora lo veo un poco deshubicado y con la mira algo desviada, pero aún así sigue siendo un placer leerlo.
Bueno,Geoff Johns ha sido ascendido recientemente¿no?creo que esta casi al mismo nivel que Didio,asi que logico que este no pueda tocarle.
ResponderEliminarPero si,lastima de Didio,no paro de leer que si tal guionista se cabrea,que si tal cosa estaba planeada asi,que si Didio metio mano por aqui,por alli.
Didio deberia de largarse ya,o dejar de imponer ideas,a ver si con Johns a su lado,se calma un poco.
En cuanto a Robinson,puse mucha esperanzas en Superman,pero no ha sido su momento,lastima.No por el,sino por todo lo que hay montado en las coles de superman,ojala tenga su oportunidad de nuevo.
>sus números del Capitán América de Heroes Reborn
ResponderEliminarHombre, digo yo que las circunstancias editoriales de estos números, con una decena de cambios en la dirección de lo anterior, no son las circunstancias ideales para juzgar las capacidades de ningún guionista.