Lo dije nada más ver el trailer: No me extraña que Cameron lleve esto tan en secreto: ¡la historia es “POCAHONTAS (de Disney) EN EL ESPACIO”. Hasta en la batalla final, en la que uno puede casi discernir algunos acordes del “Savages” de la b.s.o. de la peli de dibujitos. Vamos, como argumento yo creo que es pleiteable, solo falta el mapache y que canten lo de “Colors of the Wind.”
Hay que añadir que el malo de Disney era mucho más simpático y ya puestos, creíble que ese he-man salido de los sueños esteroídicos de Rob Liefeld –hasta tiene el pelo, las cicatrices y el rifle gordo de Cable, oigan-. La batalla final contra su “armadura mandroide” luce ya un tanto ridícula, hubiese quedado mucho mejor si el tío muere en la nave, en lugar de sacudirse el fuego como si fuese el marrano del chiste del gitano ladrón -“¿Uh..? ¡Quita bisho!”- y seguir más imparable que el T2.
No obstante, la peli de Cameron es toda una “experiencia 3D”, aunque el efecto como que se va diluyendo según avanza el metraje, a mi juicio. No cabe duda que se trata de un trabajo titánico a la hora de “crear mundos” –literalmente-, en todo lo que supone la creación de un escenario “alienígena”, basado sobre todo en la flora del lugar, las cinco o seis criaturas animales y la cultura arbórea-mística de los Ne’vi (la parte que no esta de nuevo calcada de los indios de Pocahontas o los elfos de Tolkien).
Y pongo “alienígena” entre comillas, por que evidentemente todos esos elementos no son más que reimaginación de fauna y flora y culturas terrestres más que conocidas y familiares. Pero he ahí la gracia y la genialidad de la creación: cruzar una cabra con un caballo y que salga un unicornio. Ponerle plumas y la cabeza de un tiburón martillo a un dinosaurio o la piel de una ballena a una pantera. ¡Presto, ya estamos en otro mundo!
No hace falta señalar que en la película trasluce un profundo y preclaro trabajo de diseño y de concepción de todos esos elementos de una manera armoniosa, capaces de hacer suspender la incredulidad durante dos horas y pico. En cuanto al planeta, a los militares malos malísimos e implacables y los ejecutivos poco dotados no se los cree uno ya ahora, mucho menos en un futuro en el que la ciencia maneja la clonación, el traslado de mentes y la exploración espacial.
Es ese trabajo de diseño el que esta peli comparte, o debiera compartir con los cómics de superhéroes. Fue llegar al planeta y la imaginación se me disparó pensando en como serían nuestros cómics si fueran pensados y diseñados como esta película. Vamos, con mi natural tendencia, empecé a maldecir por lo bajini a muchos “dibujantes” que siguen hollando hoy en día nuestras páginas, realizando el que yo llamo “VIAJE A NINGUNA PARTE”: Estemos en el Olimpo, la Zona Negativa, Thanagar o la Calle Yancy, los fondos son los mismos. En el hocico de esos señores hay que golpear, como a cachorros maleducados, con la funda del Blue Ray de Avatar.
Por destacar algunas de las directas conexiones del film con los cómics de superhéroes podemos empezar destacando que los Ne’vi son, salvo en los dedos, un calco de nuestro “elfo apestoso” favorito, Rondador Nocturno.
La raza de los Ne’vi, así como muchas criaturas de su mundo, tiene claros comportamientos y carácterísticas felinas, lo que me recordó a Starfire y sus parientes del mundo de Tamaran, que también han evolucinado a partir de estos. George Pérez realizó en su día un gran trabajo diseñando fauna flora y arquitectura específica para este mundo, que como todos los planetas que destacan en DC, ha sido aniquilado ya tres o cuatro veces, a pesar de ser de los pocos rincones que merece la pena revisitar, debido al cuidado que su creador puso en su concepción.
Rann, famosísimo por cierto por las arcanas ruinas de civilizaciones desaparecidas, también ha caído últimamente. “Alderaan, Alderaan, cuantos crímenes se comenten en tu nombre.” ¡A ver que va a explorar el pobre arqueólogo espacial Adam Strange ahora…! Aprovechemos para destacar una vez más el magnífico trabajo de diseño que realizó Pascual Ferry en su tratamiento de este personaje a la hora de diferenciar los diversos mundos que visitó.
La actual DC ha hecho un batiburrillo con sus personajes espaciales en la serie de “Strange Adventures” y en las manos del vetusto Starlin –quien en su día fuese puntero para el diseño alienígena, recordemos su Warlock o los comienzos de Dreadstar- los personajes se enfrentan a esos pseudo-Darkseid de Jim, y en lugar de crear nuevos lugares se destruyen planetas con tanta historia detrás como Rann…
Las montañas flotantes de Pandora coinciden al dedillo con un nuevo rincón del universo Marvel que Warren Ellis ha introducido en sus Astonishing X-Men. Lo malo es que Ellis ha guionizado como para que lo dibujase un Hitch o Davis y sin embargo ha caído en manos del rococó de Simone Bianchi, que fue muy bueno trasladándonos a los mitos celtas en Shining Knight, pero dibujando mutantes ha resultado ser un “pure de guisantes”, un continúo orgánico indistinguible con personajes y escenarios que ningún otro artista podrá reproducir. Una pena. Cuando salen montañas flotantes, hay que mostrarlas tan bien como en la peli. Cuando salen mutantes artificiales y paralelos, hay que diseñarlos para que duren. Por lo menos que duren lo que dura el cómic, vaya. Los de Bianchi no van a durar tanto como los “Savage Land Mutates” de Neal Adams, los personajes alternativos de “Future Past” de Byrne o los Marauders de Silvestri.
Pero en realidad, inmerso como los personajes en la fauna y flora alienígena, la cabeza se me fue directamente a pensar en el TRABAJAZO que tiene por delante a Yildirai Cinar, dibujante de la relanzada LEGIÓN DE SUPERHÉROES de Paul Levitz. Por que si hay una serie que necesite un trabajo constante de creación y DIFERENCIACIÓN de mundos y creaturas alienígenas, es esa. Ya en tiempos de Curt Swan los legionarios viajaban a mundos habitados por extrañas criaturas, dinosaurios más o menos mal dibujados. Los mastodontes plumíferos de Pandora vienen directamente, vía Harryhausen, de los paquidermos eléctricos que dotaron de poderes relampagueantes a la familia Ranzz en el planeta Korbal.
Esta película marca el camino y sube enteros el listón en cuanto al diseño alienígena. Ya no vale con ponerle un cuerno de más al tiranosaurio de siempre. Ya no vale con poner las mismas torres futuristas salidas de Flash Gordon para cada megápolis espacial. Ya no vale con dibujar desiertos pseudomarcianos en todos los planetas para ahorrarse fondos.
Tanto sube el listón que no me cabe duda que en Lucasfilm ya andan pensando en productos en 3D de Star Wars, terceras trilogías y demás. Por que Avatar a envejecido a Star Wars tanto como Star Wars envejeció a los “aliens de pelucas azules y túnicas de Rappel” de la serie original de Star Trek.
Y hablando de la Legión, estaba yo muy contento con que la Imperial Guard de Marvel tuviese por fin miniserie propia dentro de la línea cósmica de Marvel, Realm of Kings. Estaba contento hasta que avisté al dibujante, claro. Kev Walker. El editor, Bill Rosemann, también puede aprender para su parcela una cosita o dos de Avatar, ya que la susodicha línea de serie y miniseries no sirve para nada más que dar dos “viñetas de gloria” a cada personaje del Handbook cósmico de Marvel, sin que haya una sola historia destacable. Pisando en territorios diseñados por Cockrum, Kirby, Byrne o el propio Starlin, uno no puede –no debe- tirar de dibujantes del montón. Acaban de anunciar que Thanos Imperative la va a dibujar mi amigo y colaborador Miguel Angel Sepúlveda (Thunderbolts, La Iliada, la Guerra de Troya), lo cual es una excelente noticia para el lado cósmico de Marvel.
Hay que “saber pintar con todos los Colores del Viento”, como Cameron.
Dice Rafa Marín, haciendo un chiste, que debería filmar Aquaman. Guau. Yo me muero por ver su Atlantis. Eso sí, nada de cangrejos cantando calypsos…
No entiendo muy bien si te gusta o no Bianchi y que no ves perdurable en el....
ResponderEliminarA mi me parece un dibujante muy bueno en la linea Travis Charest. Sin duda su narrativa es algo opaca como ya expliqué por lo excesivo y "rococó" de su ilustrativo estilo, pero suficientemente legible para quedar bien por un tiempo...
--"la película trasluce un profundo y preclaro trabajo de diseño y de concepción de todos esos elementos "
ResponderEliminarSí, vamos, la fauna a lo Rodney Matthews y la flora (montañas flotantes incluidas) a lo Roger Dean son un trabajo preclaro de diseño... ajeno, claro, pero de diseño preclaro al fin y al cabo :P
Habrá que salir de los súpers un poco, ¿no? :P
Un saludo de un lector nuevo!
Bienvenido, anónimo lector nuevo!
ResponderEliminarHombre, yo soy defensor del "nil novus sub sole", pero supongo que algo habrá hecho bien Cameron para arrastrar tanta gente.
Me refiero a que aunque los elementos sean preexistentes la mezcla es más o menos original.
Pero vamos, yo encantado de que me ilustres sobre esos o cualquier otros referentes. ¡Para eso están los comentarios, si no los hubiese desactivado!
Ivan: Definitivamente no me gusta el trabajo de Bianchi en Astonishing.
ResponderEliminarConsidero que el guión exigía de él un trabajo de diseño más intenso que el diseño de monstruos genéricos, que lo mismo pueden ser aliens, que orcos, que cyborgs.
Ellis ha creado algunos nuevos rincones y horizontes y el trabajo de Bianchi no sirve como referencia de esos sitios: si hubiese que revisitarlos habría que diseñarlos desde cero.
No dudo que es muy buen artista, pero este caso es un ejemplo excelente de mi continua lucha: los comics de superhéroes exigen un dominio ESPECÍFICO del género.
Los personajes de Bianchi son de usar y tirar, malos del montón, no sirven ni de oponentes para lo que te dura el tebeo.
Kirby hizo a la Hermandad de Mutantes y 40 años después el universo Marvel sigue girando en torno a la Bruja Escarlata.
Ahí es donde está el listón, a ver quien tiene huevos a saltarlo.
Ese es el problema, los autores no pretender dar el siguiente paso lógico en una serie, ni emular o superar autores del pasado, sólo cobrar el cheque y terminar la página rapidito para jugar con la Play...
"Considero que el guión exigía de él un trabajo de diseño más intenso"
ResponderEliminarBueno, digamos entonces que preferias de el que fuera mas Kirby, mas Barry Smith y menos Buscema, menos Frazetta....pero los Buscemas siempre han existido. No he leido los comics que criticas, solo he visto los numeros esos de Lobezno y dientes de sable, asi que posiblemente tengas razón. Pero los artistas tipo "bianchi", han tendido a ser poco prodigos en el diseño, o repetitivos...
"sólo cobrar el cheque y terminar la página rapidito para jugar con la Play..."
no creo que eso se aplica a este dibujante, que mejor o peor como narrador y como dibujante de mutantes,de vago, no creo que pueda ser acusado.
Y en cuanto a superar el liston de Kirby...pues mientras kirby se dedicaba a inventar y los que vengan despues a seguir "por obligación" el camino marcado decadas atras, la creatividad se resiente...
Por ello los comics mas creativos son siempre comics fuera de continuidad(lo que no significan que sean muchos o mejores)...pero ya sabes cual es mi idea de la continuidad.
Ah, y sobre referentes de Avatar, tengo que mandarte unos cuantos diseños mios unos cuantos de años anteriores a la peli....jeje
Yo desde luego no le pido a nadie que sea menos "Buscema o Frazetta",sobre todo por que ambos han DISEÑADO mundos que perduran hoy en manos de muchos otros artistas.
ResponderEliminarSerá todo lo trabajador que tu quieras, pero los mismísimos X-MEN por Ellis le importan tres puñetas.
No se trata de ser Kirby, si no, como siempre, de estar al tanto de la tradicción gráfica de la serie, sea Adams, Byrne, Davis, Slvestri, Lee...
Un "mutante de un mundo alternativo" no es tal por que lo diga el guión, además debe PA-RE-CER-LO.
Saber representar en un comic el concepto de mundo alternativo y ss habitantes es una de esas especialidades que el dibujante de superhéroes debe dominar.
Al post del Sindicato del Crimen te remito...