Centrados en los nuevos personajes introducidos durante la divisiva Fase 4, los creadores en esta ocasión se han encontrado con la corta y en ocasiones esteril trayectoria de muchos de ellos.
Pero, ni cortos, ni perezosos, aumentando el talento para inventar imposibles escenarios, los han encuadrado en seis nuevos episodios impecables que merecen ser disfrutados tanto o más que los anteriores.
Uno de los trucos para hacer que una historia de mundo alternativo funcione realmente consiste en no solo presentar encuentros poco probables, sino en dotar a cada episodio de su propio enfoque, de algo que sea totalmente distinto a nada de lo que hemos visto en las películas Marvel, pero a la vez, las contenga.
Así, comienza con un obvio homenaje a Godzilla y las películas japonesas de Kaijus y Mechas, que tiene su verdadero corazón en aquellas personas que cada día han de combatir sus traumas y demonios internos.
Todos estamos de acuerdo en que Los Eternos no han acabado de encajar en el Universo Marvel, por lo que su presencia es transmutada en un episodio que homenajea el Hollywood clásico de las grandes producciones dando una nueva ocasión de brillas a Katherine Hann -Agatha Harkness- y Kingo, el más humano de las creaciones Kirbyanas para su película.
Coreografías Bollybudienses se mezclan con luchas cósmicas e hilarantes intentos por parte de Howard Stark por conseguir una película más espectacular que las de Cecil B. DeMille.
El arriesgado episodio -relaciones sexuales entre patos antropomórficos y humanas- que se centra en el matrimonio y descendencia de Howard el Pato con la ayudante del Doctor Selving de Thor es otra locura que narra una batalla sin nada que envidiar a la saga del Infinito, solo que en términos humorísticos.
Sin duda para mi, el episodio más redondo, es el que convierte al Winter Soldier en el nuevo "sidekick" del Guardián Rojo, en una misión que versiona la muerte de Howard Stark y que acaba convertida en una hilarante "buddy movie" a lo Thelma & Louise donde las continuas proclamas comunistas del compañero de la Viuda Negra merecen sin duda un gran premio al guionista de estas.
Y es que hay muchas maneras de "lavar el cerebro"...
El episodio que retrotrae a Shang-Chi y Kate Bishop al Oeste no es propiamente un What If..., ya lo avisa el Vigilante, pero de nuevo se puede perdonar la licencia artística por disfrutar de lo que no es otra cosa que un homenaje a la serie Kung-Fu pasada por Wild, Wild West.
Como curiosidad, asistimos aquí a la presentación de Crimson Cowl, la diabólica capa mágica que porta el villano que se enfrentará a Riri Williams -Ironheart- en su próxima serie, que obviamente debería haberse estrenado antes que este episodio, pero no lo ha hecho por los retrasos.
La propia Riri regresa para un postrer episodio en el que esta vez el homenaje es a Blade Runner, un mundo apocaliptico controlado por Misterio y su aliado, White Vision, donde los últimos héroes vivos, la Alianza, luchan por salvar lo que queda de un planeta que el Celestial redujo a pedazos.
Y así llegamos a los dos episodios finales que se centran en el Juicio del Vigilante a mano de sus pares.
Estos, que vuelven a cerrar la temporada, presentan a una nueva versión de, en esta ocasión LAS Guardianas del Multiverso.
Puñetazos cósmicos y Power-ups aparte, la certeza del episodio, que quizás recoge los temas de Spider-Man: Into The Multiverse es que, en ocasiones, la mejor manera de cumplir un juramento a una organización que no contempla las DIFERENCIAS individuales y premia la estructura y creencias sobre el individuo es REVELARSE CONTRA ELLA.
Con guionistas y enfoques como estos, podemos afirmar que el género de superhéroes está mejor que nunca, aunque mucho tienen que correr ya los cómics que lo originaron para ponerse a su altura o superarla.
Pero como reza el lema de la serie, las posibilidades narrativas de este son realmente...INFINITAS.
Esperamos pues con ansias el retorno de UATU y sus nuevas Watchers una vez avancen las historias del Universo Cinematográfico y Televisivo.
