Mientras que hemos visto como las recientes películas de la línea Kelvin traicionaban en los más hondo el espíritu de Star Trek, descubrimos con sorpresa y agrado cómo este queda magníficamente resumido en esta singular cinta.
Se trata de la historia de una chica que padece discapacidades del espectro autista. Por haber tenido ataques violentos, su hermana y cuidadora la ha ingresado en uno de esos pisos donde estas personas viven autónomamente pero con supervisión.
Pero cuando nace un nuevo sobrino que la hermana no quiere aún presentarle en persona por precaución, la protagonista tiene un nuevo sueño: ganar el dinero para volver a vivir junto a su hermana y su creciente familia.
A pesar de su autismo la chica es una enciclopedia viviente de
Star Trek, y la oportunidad se presenta cuando Paramount convoca un concurso de guiones aficionados al que decide presentarse para así ganar el premio y volver con su familia.
Su guión, por supuesto, incluye una trama densa en toda la continuidad de la serie repleto de los más abstrusos detalles que solo un verdadero fan puede conocer.
Pero al fallar en enviar por correo a tiempo el guión, la chica decide ir a Hollywood a entregarlo en persona, a pesar de que, por sus limitaciones, ella normalmente no viaja más allá de un par de bloques.
Este viaje "A donde ningún Trekkie ha llegado jamás" está lleno de aventuras y reveses que les arrancarán montones de lágrimas.
Une bellísimo mensaje sobre las capacidades de personas similares y sobre el valor de perseguir los sueños.
