De piedra me quedé viendo el primer capítulo de la webserie que presentaba a los personajes:
Una Harley Quinn en bragas y corsé convertida en asesina en serie y...¡hasta caníbal!
¡¡¿Que había hecho ahora Bruce Timm, cuyo trabajo ha sido la piedra angular de las modélicas e insuperadas versiones animadas de los personajes de DC Comics?!!
¿Había perdido la cabeza, se había pasado al LADO OSCURO? ¿Sucumbido al final a la presión de los Oscuros Señores que dominan desde hace años los destinos de los personajes Warner...?
Y por si todo eso fuera poco, el corto terminaba con Batman -un Kirk Langstrom cruzado con el Morbius de Marvel- ejecutando a su enemigo de un mordisco: ¡Esta no es la Justice League de nuestros padres, ni la nuestra...!
Afortunadamente, el susto me duró poco: A pesar del tono Oscuro y Siniestro de este mundo alternativo, ya en el episodio que presentaba a Superman el personaje exhudaba más espíritu heróico del que ha habido en los cómics DC de la última década.
Así que pronto me di cuenta de lo que en realidad pasaba: No es que Bruce Timm se hubiese pasado al "lado de los malos", es que se estaba burlando de ellos: "¿Queréis "Grim and Gritty? ¿Queréis una Wonder Woman con problemas familiares...? ¿Queréis unos héroes temidos por los humanos normales...? ¡Pues yo os los daré!"
Así el creador consigue a la vez satisfacer la demanda de sangre, violencia y temas MUY ADULTOS de la compañía y a la vez, para quienes sepamos verlo, burlarse del sinsentido y lo inapropiado de esos enfoques.
Como ocurre con Harley Quinn, hacer enfoques extremos es increíblemente fácil, pero Timm se impone una tarea mucho más severa: la de llevar a estos héroes "defectuosos" hacia el camino del verdadero heroísmo.
Y en eso, ya nos ha ganado como espectadores.
A la vez lo hace creando el más fascinante mundo alternativo de DC ingeniado desde...¡al menos Kingdom Come!
Además de la atrayente historia de los tres personajes protagonistas, tan alejada de las versiones oficiales pero no menos compleja e interesante, el mundo cuenta con montones de pequeños detalles que solo podrán ser disfrutados por los aficionados más expertos en el Universo DC.
Tras los tres cortos de presentación de este extremo mundo y sus protagonistas, un largometraje ahonda en ellos, asentando las bases sobre las que se mueve este universo de personajes y revelando con más detalle los orígenes alterados de estos tres personajes y muchos otros.
La historia nos lleva a un Krypton alternativo -alternativo al concebido por el propio Bruce Timm-, oportunamente basado en la versión de John Byrne.
La familiar escena de Jor-El y Lara es interrumpida - no por casualidad, como en Man of Steel- por la llegada de Zod. Y a partir de ahi todo lo que conocemos, cambia...
Unos misteriosos robots, mezcla de O.M.A.C. y Amazo están eliminando a ciertos individuos cuyas contrapartidas en el Universo normal nos resultarán más que conocidas.
Los héroes acaban siendo culpados de sus ataques y deben descubrir quien quiere culparlos, mientras van rememorando o descubriendo sus orígenes.
Una genial manera de mostrar como de retorcido es este mundo alternativo es el poner como Presidenta de los U.S.A. a... ¡Amanda Waller!
Wonder Woman es sin duda el personaje más alejado de su versión oficial, ya que aquí está unida a la mitología de los New Gods, y enormes cambios han sucedido en Apokolips en esta versión. Un personaje trágico que no tiene nada que ver con la inocencia y candidez de Diana.
No quiero comentar nada más para no spoilear uno de los pocos placeres que un VERDADERO FAN DE LA VERDADERA DC puede tener en estos tiempos que corren.
Seguiremos atentamente las siguientes entregas de este nuevo universo, ver como lo pueblan nuevos "héroes" y villanos, y esperamos que Timm siga haciendo mofa y befa de todo lo malo que hay en DC Comics y que solo en un Universo Alternativo como este debiera tener cabida.
lunes, 31 de agosto de 2015
¿GREEN LANTERN EN ARROW...?
Esta imagen distribuida por los productores parece bastante definitiva al respecto, mostrando la ciudad de residencia -muy de vez en cuando...- de Hal Jordan unida a parte del juramento de G. L. usado como lema publicitario.
Claro que quizás solo se trate de un viaje de Oliver a la playa, o quizás un enfrentamiento con un villano local.
En cualquier caso, no es descabellado que Green Lantern o al menos Jordan haga una aparición en la TV, por que en lo que es el cine, ni está ni se le espera...
Claro que quizás solo se trate de un viaje de Oliver a la playa, o quizás un enfrentamiento con un villano local.
En cualquier caso, no es descabellado que Green Lantern o al menos Jordan haga una aparición en la TV, por que en lo que es el cine, ni está ni se le espera...
GOTHAM: TRAILER DE LA SEGUNDA TEMPORADA
Pues visto en el trailer, parece que van a pasar muchas cosas en la serie...
Ahora, luego, capítulo a capítulo, ya es más difícil de mantener el interés...
Ahora, luego, capítulo a capítulo, ya es más difícil de mantener el interés...
JUAN MANUEL DE PRADA, HOLMESIANO
Con la implacabilidad de un castigo divino, no pasa vez que mi madre no vea al Sr. De Prada en la televisión que no me aseeté con la cantinela: "¡Mira, ya podrías ser tu como ese...!".
¿Que puede decir...? ¡Hay amores que matan!
Pero como a quien los dioses quieren castigar, les conceden sus deseos, hoy mi mamá recibe la alegría de que se han cumplido los suyos: ¡¡¡Ya soy como D. Juan Manuel, mamá, ya soy... Holmesiano!!!
Adjunto la reciente columna en la que el escritor, periodista, tertuliano y muchas otras más cosas que yo nunca seré revela su afición a Sherlock Holmes y sus continuaciones apócrifas: los pastiches de otros escritores.
Decía Somerset Maugham que la vida del más anodino de los hombres, escrutada exhaustivamente, nos causaría pasmo.
Y es que, en efecto, todos escondemos en el castillo de nuestra intimidad, guardadas celosamente bajo siete llaves, pasiones, aficiones y preferencias que preferimos apartar de la curiosidad ajena, a veces porque en efecto juzgamos que causarían desagrado o decepción entre nuestros allegados, a veces simplemente porque son aficiones cuyo disfrute pleno nos exige soledad.
A mí, que soy un hombre con fama de sesudo, me ocurre sin embargo que me gustan mucho los subgéneros, tanto cinematográficos como literarios; y como mostrar esa afición a las claras podría decepcionar a mis allegados (o, por el contrario, encandilarlos, pero en cualquier caso trastornando la imagen falsa que de mí se ha hecho) he llegado a convertirla en lo que los anglosajones llaman un guilty pleasure, alimentado a hurtadillas.
Entre los subgéneros literarios que disfruto como un enano, sobre todo en el relajo de la estación estival, se cuenta el pastiche holmesiano, cuya lectura me brinda placeres mayores que las propias novelas y relatos de Conan Doyle.
Muchas veces me he preguntado la razón de esta predilección tan peregrina; y he llegado a la conclusión de que la lectura de los pastiches holmesianos actúa sobre algún aposento inexplorado de mi alma, devolviéndome a esos gozosos pasadizos de la infancia en los que la lectura era una pura aventura, un confortable placer en pijama y pantuflas.
Pastiches holmesianos los hay de todos los gustos y pelajes. Han cultivado el subgénero escritores de talento (como J. M. Barrie, el creador de Peter Pan) y folicularios de baja estofa. Algunos, para evitarse denuncias, han jugado a cambiar el nombre del protagonista (como hizo Maurice Leblanc, que enfrentó al ladrón de guante blanco Arsenio Lupin con un inconfundible Herlock Sholmes) y otros han preferido elegir como protagonistas de sus relatos a personajes secundarios de Conan Doyle tales como el inspector Lestrade, el villano Moriarty o Mycroft, el hermano de Holmes.
Y, en fin, son numerosísimos los pastiches holmesianos que juegan a cruzar a la criatura de Conan Doyle con diversas celebridades de su época, tales como Karl Marx, Sigmund Freud, el mago Houdini, Jack el Destripador, Aleister Crowley u Oscar Wilde; o incluso con otras criaturas de ficción, como Fu Manchú, Drácula o Tarzán. Comprenderá el amable lector que no todos estos pastiches constituyen 'alta literatura'.
En España también contamos con cultivadores ilustres del pastiche holmesiano, entre los que merece destacarse el genial e irrepetible humorista Enrique Jardiel Poncela, que dio a la prensa la descacharrante Siete novísimas aventuras de Sherlock Holmes.
Más recientemente, ha cultivado el subgénero el prolífico Rodolfo Martínez, que introduce a Francisco Franco en uno de sus pastiches.
Pero mi holmesiano predilecto es sin duda Javier Casis, un escritor logroñés lleno de finura espiritual y retranca que escribe con una suerte de bondadosa mordacidad (si la contradicción es admisible), recreándose en la elipsis y el escamoteo.
Javier Casis, que tiene algo de ángel malévolo, es un bibliófilo empedernido y un infatigable husmeador de la literatura fantástica victoriana; y en los últimos años ha publicado tres suculentos pastiches holmesianos en los que brilla su carácter a la vez elusivo y socarrón, y los primores de un estilo que en apariencia parece circunspecto pero que siempre esconde subterráneas ironías y sarcasmos.
Después de la novela Holmes & Watson (1903-1904) y del volumen de relatos Los cuadernos secretos de Sherlock Holmes, donde rescataba ocho «aventuras inéditas» del inmortal detective, se atreve en la reciente Regreso a Baskerville Hall (publicada por la editorial Siníndice) a completar El sabueso de los Baskerville, sin duda la aventura más célebre de Holmes.
La novela de Casis, que no en vano incorpora a modo de atrio una carta apócrifa de Henry James, es un homenaje a los personajes y atmósferas de Conan Doyle (en el que no faltan exhibiciones del método deductivo holmesiano, ni peripecias bizantinas con ocultamientos y arcanos familiares), pero también un relato maravillosamente otoñal, lleno de morigeración y melancolía su acción transcurre casi dos décadas después de la primera visita de Holmes a la mansión de los Baskerville y salpimentado de exquisitas sugerencias, alusiones y elusiones que contribuyen a crear un clima de misterio apenas pronunciado.
Javier Casis ha vuelto a alimentar, un verano más, mi afición por el pastiche holmesiano, devolviéndome el gozo infantil de la lectura en pijama y pantuflas.
¿Que puede decir...? ¡Hay amores que matan!
Pero como a quien los dioses quieren castigar, les conceden sus deseos, hoy mi mamá recibe la alegría de que se han cumplido los suyos: ¡¡¡Ya soy como D. Juan Manuel, mamá, ya soy... Holmesiano!!!
Adjunto la reciente columna en la que el escritor, periodista, tertuliano y muchas otras más cosas que yo nunca seré revela su afición a Sherlock Holmes y sus continuaciones apócrifas: los pastiches de otros escritores.
Decía Somerset Maugham que la vida del más anodino de los hombres, escrutada exhaustivamente, nos causaría pasmo.
Y es que, en efecto, todos escondemos en el castillo de nuestra intimidad, guardadas celosamente bajo siete llaves, pasiones, aficiones y preferencias que preferimos apartar de la curiosidad ajena, a veces porque en efecto juzgamos que causarían desagrado o decepción entre nuestros allegados, a veces simplemente porque son aficiones cuyo disfrute pleno nos exige soledad.
A mí, que soy un hombre con fama de sesudo, me ocurre sin embargo que me gustan mucho los subgéneros, tanto cinematográficos como literarios; y como mostrar esa afición a las claras podría decepcionar a mis allegados (o, por el contrario, encandilarlos, pero en cualquier caso trastornando la imagen falsa que de mí se ha hecho) he llegado a convertirla en lo que los anglosajones llaman un guilty pleasure, alimentado a hurtadillas.
Entre los subgéneros literarios que disfruto como un enano, sobre todo en el relajo de la estación estival, se cuenta el pastiche holmesiano, cuya lectura me brinda placeres mayores que las propias novelas y relatos de Conan Doyle.
Muchas veces me he preguntado la razón de esta predilección tan peregrina; y he llegado a la conclusión de que la lectura de los pastiches holmesianos actúa sobre algún aposento inexplorado de mi alma, devolviéndome a esos gozosos pasadizos de la infancia en los que la lectura era una pura aventura, un confortable placer en pijama y pantuflas.
Pastiches holmesianos los hay de todos los gustos y pelajes. Han cultivado el subgénero escritores de talento (como J. M. Barrie, el creador de Peter Pan) y folicularios de baja estofa. Algunos, para evitarse denuncias, han jugado a cambiar el nombre del protagonista (como hizo Maurice Leblanc, que enfrentó al ladrón de guante blanco Arsenio Lupin con un inconfundible Herlock Sholmes) y otros han preferido elegir como protagonistas de sus relatos a personajes secundarios de Conan Doyle tales como el inspector Lestrade, el villano Moriarty o Mycroft, el hermano de Holmes.
Y, en fin, son numerosísimos los pastiches holmesianos que juegan a cruzar a la criatura de Conan Doyle con diversas celebridades de su época, tales como Karl Marx, Sigmund Freud, el mago Houdini, Jack el Destripador, Aleister Crowley u Oscar Wilde; o incluso con otras criaturas de ficción, como Fu Manchú, Drácula o Tarzán. Comprenderá el amable lector que no todos estos pastiches constituyen 'alta literatura'.
En España también contamos con cultivadores ilustres del pastiche holmesiano, entre los que merece destacarse el genial e irrepetible humorista Enrique Jardiel Poncela, que dio a la prensa la descacharrante Siete novísimas aventuras de Sherlock Holmes.
Más recientemente, ha cultivado el subgénero el prolífico Rodolfo Martínez, que introduce a Francisco Franco en uno de sus pastiches.
Pero mi holmesiano predilecto es sin duda Javier Casis, un escritor logroñés lleno de finura espiritual y retranca que escribe con una suerte de bondadosa mordacidad (si la contradicción es admisible), recreándose en la elipsis y el escamoteo.
Javier Casis, que tiene algo de ángel malévolo, es un bibliófilo empedernido y un infatigable husmeador de la literatura fantástica victoriana; y en los últimos años ha publicado tres suculentos pastiches holmesianos en los que brilla su carácter a la vez elusivo y socarrón, y los primores de un estilo que en apariencia parece circunspecto pero que siempre esconde subterráneas ironías y sarcasmos.
Después de la novela Holmes & Watson (1903-1904) y del volumen de relatos Los cuadernos secretos de Sherlock Holmes, donde rescataba ocho «aventuras inéditas» del inmortal detective, se atreve en la reciente Regreso a Baskerville Hall (publicada por la editorial Siníndice) a completar El sabueso de los Baskerville, sin duda la aventura más célebre de Holmes.
La novela de Casis, que no en vano incorpora a modo de atrio una carta apócrifa de Henry James, es un homenaje a los personajes y atmósferas de Conan Doyle (en el que no faltan exhibiciones del método deductivo holmesiano, ni peripecias bizantinas con ocultamientos y arcanos familiares), pero también un relato maravillosamente otoñal, lleno de morigeración y melancolía su acción transcurre casi dos décadas después de la primera visita de Holmes a la mansión de los Baskerville y salpimentado de exquisitas sugerencias, alusiones y elusiones que contribuyen a crear un clima de misterio apenas pronunciado.
Javier Casis ha vuelto a alimentar, un verano más, mi afición por el pastiche holmesiano, devolviéndome el gozo infantil de la lectura en pijama y pantuflas.
domingo, 30 de agosto de 2015
FANTASTIC FOUR: EL CAMINO AL INFIERNO (Y III)
Concluimos ya el repaso a la tercera parte de la película, una iniciada por el salto en el tiempo a un año en el futuro y que, entre sus diferentes escenas tiene los mismos ABISMOS, si no temporales, creativos, pues nada pega ya con nada, ni de lo anterior ni de lo que aquí se muestra.
Solo se intenta llegar al final aprovechando el metraje que tienen -y que ampliaron- y lograr un cierre que pudiera dar lugar a alguna continuación, aunque jamás lo haga...
Un cómic que muy pocos conoceréis y que creo que ni yo he leído en realidad puede ser parte de la inspiración original que sitúa a los 4F en poder del ejército.
First Family, por Casey y Weston, es uno de los acostumbrados implantes de retro-continuidad que en principio buscaba ampliar y actualizar que pasó con los Fantastic Four justo tras el choque de su cohete con la Tierra.
Allí se mostraba como acudía el ejército y los tomaba bajo custodia.
Como veis, aunque estos no son nuestro cuarteto, la PEREGRINA IDEA de usar al grupo como soldados también está ya aquí implícita.
Eso si, mucho ejército, pero los héroes son abandonados en sus habitaciones SIN NINGUNA SUPERVISIÓN (!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!).
Mostrar a los Fantastic Four -no solo a la Cosa- como enfermos o "freaks" es algo que también aparece en este cómic.
Obviamente, en las historias originales La Cosa era el más afectado, y en realidad el único para el que la transformación era un castigo.
En la película usan su dolor para que le impulse a hacer CUALQUIER COSA por obtener la cura. Eso lo convierte en alguien EGOISTA y sin corazón.
Claro, que en buena parte el cambio viene motivado por la decisión de Richards de huir en lugar de quedarse unido a sus compañeros, por los que no parece preocuparse en absoluto (ni siquiera ha visto como están los demás...).
Aquí lo vemos usando sus poderes elásticos para modificar su rostro, una idea de John Byrne (tomada del héroe Pulp The Avenger...).
Las escenas de la Cosa convertido en una MÁQUINA DE DESTRUCCIÓN MASIVA al servicio del ejército son las que confirman que este proyecto está mas allá de cualquier redención.
La parte de Reed huído no son más que un sustituto de esas en las que se veía con más detalle el ataque de la Cosa, tirándose del helicóptero, etc...
Aquí resulta que, en cuanto quieren, lo encuentran de nuevo, dejando esa trama cortada sin más.
El momento de enfrentamiento entre el y la Cosa si que es un homenaje a las escenas tras el aterrizaje del cómic original.
Por cierto que, hasta lo de ponerse las gafas, viene de la versión Ultimate.
Curiosamente, mientras que no se de donde se sacan que volviendo al Planet Zero podrán hallar una cura (una que solo le hace falta a Ben), nadie menciona ni una sola vez que quizás Doom ha sobrevivido y deberían ir a rescatarlo.
En la versión Ultimate Doom ha adquirido poder sobre su cuerpo metálico, formado por nanitos o algo así. Por eso le da la forma que quiere, patas de cabra incluida.
Ni que decir tiene que en la versión de la película, donde el traje se funde con el por recordar la armadura del original, no tiene en absoluto ningún sentido que se coloque un trapo -que no sabemos de donde ha sacado- a modo de capa para protegerse. Sus poderes y el traje deberían protegerlo de sobra.
Doom llega y, recordando una frase de la primera parte, se convierte en heraldo de la destrucción del mundo POR QUE SI, prefiriendo vivir solo en un planeta deshabitado tan hinóspito que los seres de metal se tapan con trapos.
Aparece y empieza a matar a todo el mundo, comezando por el director de la Fundación Baxter, en el rol del TÍPICO chupatintas que quiere sacar rédito económico del asunto y al que le acaba estallando en las manos, un estereotipo cinematográfico que ya estaba muy visto cuando la usaron en Jurassic Park (la original).
Esta muerte y la del Dr. Strom convierten inmediatamente a la cinta en serie Z.
Semejante galimatías no es mas que los restos -después de mil y un arreglo y manos de guionistas escribiendo- de la idea original, que era que Galactus era la fuente de los cambios del quinteto, y Doom iba a ser su heraldo, a lo Silver Surfer.
Soberana tontería, la de amoldar una historia más sobre lo que debe ser un simple origen, pero que nos ayuda a entender por qué Doom aparece con ganas de destruir la Tierra.
Así que llegamos al clímax y, tras su transformación, los personajes no han interactuado aún entre ellos en absoluto, ninguno de ellos con Reed, ni Johnny y Ben entre si.
¡Pero que bonito queda eso de "juntos podemos vencerlos".
¡De poco sirve el amor que Doom sentía por Sue! A la hora de elminarlos COMIENZA CON ELLA!!!
En los cómics, Sue se basta y se sobra para derrotar a Doom solita...
A estas alturas de la película, yo ya iba soltando carcajada a cada diálogo. Pero la más grande la dí cuando el GENIO de Reed Richards se planta ante Doom y, como gran plan para impedir que destruya el mundo, le suelta: "YOU DON'T WANT TO DO THIS!" o una chorrada similar.
Se ve que es fan de Gila, y quiere detener al Doctor Doom CON INDIRECTAS!!!!
La escena posterior, reunidos con el gobierno, no tiene tampoco sentido alguno: han salvado el mundo, pero el gobierno aún les pone pegas (¡y con razón!).
Y luego va Johnny y LES AMENAZA para que hagan lo que ellos quieren. ¡Ole!
Para quienes no lo sepan, la localización de Central City no es un guiño a Flash, sino que era la ciudad en que residían los personajes, que solo se trasladaron posteriormente a New York.
John Byrne, especialmente atento a detalles como estos, la recuperaría en la última historia que escribió para el grupo.
En la película, Central City es una institución gubernamental como el Baxter PERO BIEN HECHA.
Lo que no entendemos es que inventan allí, si los del Baxter ya hacen máquinas teletransportadoras y descubren nuevas dimensiones... ¿POR QUE NO FICHARON A REED Y COMPAÑÍA AL COMIENZO...?
Un sinsentido de principio a fin, y un final DE VERGÜENZA AJENA cuando bautizan al grupo con unos diálogos que hacen sangrar los oídos.
En resumen, el resultado natural de cualquier película que pase por mil manos y enfoques y acabe teniendo un poquito de todos.
Esperemos que sirva de revulsivo para las producciones superheróicas que nos aguardan, tanto si son de Fox como las que no.
Solo se intenta llegar al final aprovechando el metraje que tienen -y que ampliaron- y lograr un cierre que pudiera dar lugar a alguna continuación, aunque jamás lo haga...
Un cómic que muy pocos conoceréis y que creo que ni yo he leído en realidad puede ser parte de la inspiración original que sitúa a los 4F en poder del ejército.
First Family, por Casey y Weston, es uno de los acostumbrados implantes de retro-continuidad que en principio buscaba ampliar y actualizar que pasó con los Fantastic Four justo tras el choque de su cohete con la Tierra.
Allí se mostraba como acudía el ejército y los tomaba bajo custodia.
Como veis, aunque estos no son nuestro cuarteto, la PEREGRINA IDEA de usar al grupo como soldados también está ya aquí implícita.
Eso si, mucho ejército, pero los héroes son abandonados en sus habitaciones SIN NINGUNA SUPERVISIÓN (!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!).
Mostrar a los Fantastic Four -no solo a la Cosa- como enfermos o "freaks" es algo que también aparece en este cómic.
Obviamente, en las historias originales La Cosa era el más afectado, y en realidad el único para el que la transformación era un castigo.
En la película usan su dolor para que le impulse a hacer CUALQUIER COSA por obtener la cura. Eso lo convierte en alguien EGOISTA y sin corazón.
Claro, que en buena parte el cambio viene motivado por la decisión de Richards de huir en lugar de quedarse unido a sus compañeros, por los que no parece preocuparse en absoluto (ni siquiera ha visto como están los demás...).
Aquí lo vemos usando sus poderes elásticos para modificar su rostro, una idea de John Byrne (tomada del héroe Pulp The Avenger...).
Las escenas de la Cosa convertido en una MÁQUINA DE DESTRUCCIÓN MASIVA al servicio del ejército son las que confirman que este proyecto está mas allá de cualquier redención.
La parte de Reed huído no son más que un sustituto de esas en las que se veía con más detalle el ataque de la Cosa, tirándose del helicóptero, etc...
Aquí resulta que, en cuanto quieren, lo encuentran de nuevo, dejando esa trama cortada sin más.
El momento de enfrentamiento entre el y la Cosa si que es un homenaje a las escenas tras el aterrizaje del cómic original.
Por cierto que, hasta lo de ponerse las gafas, viene de la versión Ultimate.
Curiosamente, mientras que no se de donde se sacan que volviendo al Planet Zero podrán hallar una cura (una que solo le hace falta a Ben), nadie menciona ni una sola vez que quizás Doom ha sobrevivido y deberían ir a rescatarlo.
En la versión Ultimate Doom ha adquirido poder sobre su cuerpo metálico, formado por nanitos o algo así. Por eso le da la forma que quiere, patas de cabra incluida.
Ni que decir tiene que en la versión de la película, donde el traje se funde con el por recordar la armadura del original, no tiene en absoluto ningún sentido que se coloque un trapo -que no sabemos de donde ha sacado- a modo de capa para protegerse. Sus poderes y el traje deberían protegerlo de sobra.
Doom llega y, recordando una frase de la primera parte, se convierte en heraldo de la destrucción del mundo POR QUE SI, prefiriendo vivir solo en un planeta deshabitado tan hinóspito que los seres de metal se tapan con trapos.
Aparece y empieza a matar a todo el mundo, comezando por el director de la Fundación Baxter, en el rol del TÍPICO chupatintas que quiere sacar rédito económico del asunto y al que le acaba estallando en las manos, un estereotipo cinematográfico que ya estaba muy visto cuando la usaron en Jurassic Park (la original).
Esta muerte y la del Dr. Strom convierten inmediatamente a la cinta en serie Z.
Semejante galimatías no es mas que los restos -después de mil y un arreglo y manos de guionistas escribiendo- de la idea original, que era que Galactus era la fuente de los cambios del quinteto, y Doom iba a ser su heraldo, a lo Silver Surfer.
Soberana tontería, la de amoldar una historia más sobre lo que debe ser un simple origen, pero que nos ayuda a entender por qué Doom aparece con ganas de destruir la Tierra.
Así que llegamos al clímax y, tras su transformación, los personajes no han interactuado aún entre ellos en absoluto, ninguno de ellos con Reed, ni Johnny y Ben entre si.
¡Pero que bonito queda eso de "juntos podemos vencerlos".
¡De poco sirve el amor que Doom sentía por Sue! A la hora de elminarlos COMIENZA CON ELLA!!!
En los cómics, Sue se basta y se sobra para derrotar a Doom solita...
A estas alturas de la película, yo ya iba soltando carcajada a cada diálogo. Pero la más grande la dí cuando el GENIO de Reed Richards se planta ante Doom y, como gran plan para impedir que destruya el mundo, le suelta: "YOU DON'T WANT TO DO THIS!" o una chorrada similar.
Se ve que es fan de Gila, y quiere detener al Doctor Doom CON INDIRECTAS!!!!
La escena posterior, reunidos con el gobierno, no tiene tampoco sentido alguno: han salvado el mundo, pero el gobierno aún les pone pegas (¡y con razón!).
Y luego va Johnny y LES AMENAZA para que hagan lo que ellos quieren. ¡Ole!
Para quienes no lo sepan, la localización de Central City no es un guiño a Flash, sino que era la ciudad en que residían los personajes, que solo se trasladaron posteriormente a New York.
John Byrne, especialmente atento a detalles como estos, la recuperaría en la última historia que escribió para el grupo.
En la película, Central City es una institución gubernamental como el Baxter PERO BIEN HECHA.
Lo que no entendemos es que inventan allí, si los del Baxter ya hacen máquinas teletransportadoras y descubren nuevas dimensiones... ¿POR QUE NO FICHARON A REED Y COMPAÑÍA AL COMIENZO...?
Un sinsentido de principio a fin, y un final DE VERGÜENZA AJENA cuando bautizan al grupo con unos diálogos que hacen sangrar los oídos.
En resumen, el resultado natural de cualquier película que pase por mil manos y enfoques y acabe teniendo un poquito de todos.
Esperemos que sirva de revulsivo para las producciones superheróicas que nos aguardan, tanto si son de Fox como las que no.
AMANDA WALLER HABLA SOBRE LOS OSCUROS PERSONAJES DE DC
DC Comics have a tendency to have darker characters. You know, Batman is a darker character, Harley Quinn, the Joker, and what David Ayer has managed to do is humanize them.
I think that you see it in the trailer too -- just something different about it that makes you lean in. What he’s explored is the pathology behind all of these characters, so you just get that extra spin that gives you the flavor and a look which is very different.
And at the same time you get all the stuff that you’ve gotten before, which is the action, the special effects, the great makeup.
I’m blown away by the movie. Once I saw the trailer, I was like, 'Oh, my God. He really is a magician.' I mean, I had no idea. So, it’s been a real pleasure working on it with David Ayer."
I think that you see it in the trailer too -- just something different about it that makes you lean in. What he’s explored is the pathology behind all of these characters, so you just get that extra spin that gives you the flavor and a look which is very different.
And at the same time you get all the stuff that you’ve gotten before, which is the action, the special effects, the great makeup.
I’m blown away by the movie. Once I saw the trailer, I was like, 'Oh, my God. He really is a magician.' I mean, I had no idea. So, it’s been a real pleasure working on it with David Ayer."
SPIDER-MAN VS. DEADPOOL
La popularidad de estos personajes y sus trajes ceñidos tipo zentai entre los cosplayers es algo digno de estudio...
Quienes los usan están muy orgullosos de mostrar lo que tienen... ;-)
Quienes los usan están muy orgullosos de mostrar lo que tienen... ;-)
MICHAEL FASSBENDER ES ASSASIN'S CREED
En Hollywood parece pasar como en el cine español: Con un Dani Rovira se apañan...
Entre este actor y , McKellen y Cumberbatch se despachan todos los personajes populares.
Lo merecen, sin duda, pero hombre, en los tiempos que corren, hay que dar opciones a más actores.
Entre este actor y , McKellen y Cumberbatch se despachan todos los personajes populares.
Lo merecen, sin duda, pero hombre, en los tiempos que corren, hay que dar opciones a más actores.
viernes, 28 de agosto de 2015
EL ARTE PULP DE JACK KIRBY
Hoy es el aniversario de su nacimiento y buscando una manera especial de celebrarlo, acorde con el tono actual del blog, he encontrado estas ilustraciones que hizo para las revistas Pulp de Martin Goodman y que seguro no estáis muy acostumbrados a ver.