Aunque la nueva cinta comienza con un tedioso resumen de todo lo que sabemos sobre la revolución en el futuro de las máquinas, contando la primera película desde el lado del futuro, la cosa comienza a divergir en cuanto Kyle Reese llega al presente con la consabida misión de salvar a Sarah Connor.
Y es que algo ha cambiado en el tiempo, y el presente al que llega es uno alternativo, donde la Guerra ha comenzado antes de lo que se creía.
Allí, Reese y Connor enfrentarán un gran resumen de las anteriores versiones de Terminator, desde el original de Arnold en toda su "gloria esteriodea" hasta un nuevo T-1000.
La película por lo tanto homenajea como es debido las anteriores entregas, y a la vez abre un nuevo escenario, similar pero diferente, donde la franquicia puede seguir progresando.
Muchos cabos sueltos quedan sin explicar, y Skynet comete dos o tres tonterías muy humanas -de guionista malo- pues sigue persiguiendo por el tiempo a los Connors, cuando ya sabe que su verdadero enemigo, el que alterará las cosas, es otro.
Pos supuesto, lo más divertido de toda la cinta además de captar los homenajes es ver al viejo Arnold parodiarse a si mismo y a sus anteriores apariciones.
J.K. Simmons, nuestro Jameson, tiene un breve pero divertido papel que esperemos regrese en futuras entregas, para las que ya ha firmado.
Emilia Clarke, madre de ... salvadores del futuro, cumple sobradamente en este nuevo papel.
Todo suena a Déjà Vu, pero se mantiene suficientemente bien, y suponemos que ese era el cometido de la película: entretener y entusiarmar a los fans más hardcore.
Pero incluso ellos hubieran preferido que la gran sorpresa de John Connor no hubiese sido espoileada desde los trailers hasta el cartel...
Aún así, compren palomitas y al cine. Si es de verano, mejor.
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