martes, 19 de abril de 2011

SPIDER-WOMAN AGENT OF S.W.O.R.D.

Supongo que con "el timo de la estampita" ese del "motion comic" Marvel habrá amortizado de sobra esta serie.

Pero marketing aparte, el cómic en sí tenía cantada la cancelación prematura.


La premisa de Bendis es decente: Una resentida y perdida Jessica Drew ficha por S.W.O.R.D., la agencia de control alienígena, para cazar aliens extraviados, empezando por unos skrulls que quedaron tras Invasión Secreta. Men in Black, vaya.

Ahora bien, la narrativa descomprimida extiende la aventura original durante más de media docena de números. Para cuando llegan los Vengadores en el último número la serie ya ha aburrido por falta de personal y sobra de diálogos introspectivos de la protagonista.


Es un regreso al Bendis primerizo, como el de Alias o Elektra, que deja de lado el atractivo de manejar muchos personajes que mantiene en la serie de los Vengadores. Diferente hubiese sido si en esos seis números hubiésemos visto tres o cuatro misiones con aliens variados, y no los mismos Skrulls, que acabaron bastante quemados.


Y Alex Maleev se maneja bastante bien. Dentro de que es absolutamente ajeno a la estética superheróica. Y claro, lo diferente a lo que se vende es...LO QUE NO SE VENDE. Lección de Barrio Sésamo.

Haciéndose cargo de todo es aspecto artístico, consigue un opresivo ambiente en los bajos fondos de Madripoor. La cosa se mantiene mientras Jessica pasea de paisano cual cómic de Bill Jemas; pero en cuanto llegan los Thunderbolts, y esto se parece a un cómic de superhéroes, Maleev no tiene modelos que le posen con la energía e imponencia que el fantástico género requiere.

Luego ya digo, llegan los Vengadores, y aparecen ahí, colgados estáticos en el aire, con Spidey flotando rígido cual dirigible gaseoso... Esto no es Daredevil, claro.

Zapatero... a tus zapatos. No hay más que decir.

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