miércoles, 8 de diciembre de 2010

LES MISERABLES: EL SUEÑO RENACE

Mi amigo Jaime, antiguo neoyorquino de adopción (vivió "between Fith and Sixth Avenue"...), suele decir que no le gusta ir a musicales en Madrid por que, después de haber sido pareja de un actor de Broadway y haber asistido a todos los espectáculos en primera fila, los de aquí le iban a parecer "producciones de los alumnos del Instituto para final de curso".

Así que algo así me rondaba a mi por la cabeza. Además tras descubrir la música de este musical gracias a la paleta-con-voz-de-ángeles de Susan Boyle, finalista del "Tú si que vales" inglés, la versión que yo conseguí era la del 10 aniversario del Musical en Londres, una producción megalítica con uno coro de 200 personas y una orquesta del copón.


Desde que vi el musical entero, no solo me he enamorado de la música (como la de tantos otros musicales, de Sonrisas y Lágrimas a West Side Story o los de Disney) sino que la historia de Victor Hugo me parece una análisis de la naturaleza humana (Y LA DIVINA) como pocas las hay.

Por todas estas razones no tenía yo prisa en ver la producción española, además, "traductore, traditore" la versión es en español. Y se lo que eso ha hecho con las pelis Disney.

Y entonces, ayer mismo, la PROVIDENCIA, así, con mayúsculas, puso una entrada en mis manos... (Gracias, Antonio).


Mis recelos duraron como 30 segundos, y de "Que diablos, es gratis, si no me gusta me salgo" pasé al instante a menear la cabeza con las canciones y a disfrutar de la actuación en todas sus facetas. Hipnotizado. Reviviendo la historia y sintiendo la música como todo se puede hace en directo. Contemplando como encajan las notas y como se mueven las cuatro decenas de actores en un puesta en escena estudiada en cientos de miles de representaciones de la obra en todo el mundo.


Nuestros intérpretes consiguen recrear la función de manera impecable, y uno no deja de escuchar en el descanso comentarios de satisfacción de todos los matrimonios de provincias que, visitando Madrid, no se lo han querido perder, y, casi como yo, descubren la obra 25 años después de su estreno. Algo que sin duda no olvidarán.

A destacar el vozarrón de Ignasi Vidal/Javert, con un visaje de malo malísimo que puja todo el tiempo por robarle no sólo la libertad sino también el protagonismo a Gerónimo Rauch/Jean Valjean. Enrique del Portal/Thenardier se hace fácilmente con la simpatía de todos los espectadores, como todos los actores que hayan encarnado al pícaro tabernero. En él se nota un toque castizo que dan sus años de zarzuela. Daniel Diges, el más popular del excelente casting gracias a su "Algo Pequeñito" (a mi me gustó, pegadiza es un rato), comanda las tropas como Enjolras. Sin "espontáneos" en el escenario esta vez. Aunque poco me faltó a mi para saltar de mi butaca en primera fila y unirme a ellos.


Gaby del Castillo, a quien conocimos en el programa del musical de "Cuéntame" se mete también en el bolsillo a respetable con su arquetípica cara de niño travieso como Gavroche. Si acaso, el actor sustituto que hizo de Marius quedaba un tanto bajito para hacer el papel de galán. Pero bueno, los bajitos también se enamoran... No hay que dejar de elogiar a los actores secundarios del "coro" que se cambian de trajes unas 15 veces y hacen otros tantos papeles cada uno... Hay que amar la profesión para hacer eso un día y otro también, aunque los aplausos del final sean un más que merecido premio. Yo lo hice todo el tiempo de pié, con inevitables lágrimas en los ojos. Ahora ya sé donde va mi vecino Paco Arrojo cuando no está paseando a su samoyedo. Felicidades a todos y cada uno.

Tengo que destacar el magnífico trabajo del traductor español, Albert Mas, que consiguió "engañar" incluso a mi, que he descubierto en cada frase de la versión inglesa todo un mundo. Como se puede traducir algo de inglés a español, que diga lo mismo en un 99% Y QUE SIGA RIMANDO me parece algo mágico. Hermes, Dios de la Escritura, tiene que haber guiado el teclado de su ordenador con su caduceo. "One More Day", eso si, se convierte en "Sale el sol", pero se siente igual. Y sin duda enamorará a quienes desconozcan la versión original.

Si acaso lamentar que la orquesta se queda un tanto exigua, siendo funcional. Y eso que yo estaba en primera fila. Esperemos que el éxito de la obra -la sala estaba a reventar- permita añadir algunos instrumentos que den la solemnidad necesaria a la música.


Los Miserables para mi refleja en dos horas y media, no sólo toda la vida de Valjean, sino toda la experiencia humana, de lo mejor a lo peor. Un microcosmos en el que todos podemos vernos reflejados. Si se canta la muerte de nuestros sueños frente a la dura realidad, se confirma que estos no son en valde y que renacen contemplando esta obra.

Un uso de los "leit motives", los temas de cada personaje o situación que haría sentir orgulloso a su descubridor Wagner. Como en el Anillo, se nos presenta un mundo pasado en el que se desencadenan unos actos que persiguen a los personajes hasta su inevitable conclusión. La música que al principio creíamos que tenia un significado, al final tiene otro muy distinto.



No en vano, el Oro sale Rin y el Sena engulle a Javert. Y la verdad llega a Marius de mano de un anillo robado por un mísero "enano" en el mundo subterráneo. Valjean cuida de Cosette como Odín de sus hijos Volsungos. Fantine, expulsada de la fábrica como Bruhilda del Valhalla, perece dando vida. En los Miserables, como en Star Wars, el destino actúa en ocasiones, la melodía de la Fuerza se hace oir de igual manera, conduciendo todo a la gloriosa conclusión. ¿Es casualidad que Liam Neeson haya interpretado a ambos, Valjean y Qui-gon Jin...? Yo digo no.

Mis lectores habituales sabrán lo sorprendido que me estoy encontrando al hallar estas comparaciones mitológicas según escribo este texto. Otra vez. Pero esta vez no me sorprende. Ya lo sabía por la gloriosa música y el bellísimo libreto.

"SEE IN THIS A HIGHER PLAN!" Le dice el obispo a Valjean cuando compra su alma para Dios con la plata que el roba.

"He gave me hope when hope was gone", recuerda Valjean.

Podemos discutir hasta la eternidad sobre la existencia de Dios. Pero lo que es indudable, como diría Moore, es que Dios es real en nuestra mente. Que somos criaturas de SENTIDO, y dotamos de él a la realidad animándola como Walt Disney con varita mágica.



No podemos concebir que nuestras vidas sean en valde, que nuestros sueños perezcan.

Necesitamos seguir soñando.

Necesitamos Los Miserables.

10 comentarios:

Luis Campoy dijo...

Hola, compañero. He descubierto tu blog a través de un comentario que dejaste en el facebook de "Los Miserables". precisamente yo también he publicado mi propia crítica en mi blog "Historias e Historietas" (www.luiscampoy.blogspot.com), que te invito a visitar. Respecto a lo que escribes, estoy más o menos de acuerdo en casi todo. Sólo difiero en lo de las letras, que a mí me parecieron muy poco logradas. Las de la versión de 1992 estaban muchísimo mejor. Ah, a mí también me encantan los comics y el cine. Espero que sigamos en contacto. ¡Un saludo!

PEDRO ANGOSTO dijo...

¡Anda, Luis, y luego dicen que yo soy exigente! ;-))

Lo de las letras, prefiero haber quedado bien impresionado, ya que yo, hablando inglés, ODIO LAS TRADUCCIONES. Incluso las buenas.

Si que eché de menos que se acercaran más a la fuerza de la frase original "by granting me my life today, this man has killed me even so...", cuya poesía me parece insuperable.

Y aprovecho para elogiar -se me pasó- los decorados y juegos de luz, aunque por supuesto será algo heredado de anteriores producciones.

A mi al principio la música también me parecio "DE LATA". Y eso que veía al director desde la segunda fila...

En fin, de Los Miserables se puede
decir lo que dijo aquel crítico extranjero de Lola Flores:

"NI CANTA NI BAILA, ¡PERO NO DEJEN DE VERLA!"

sergi dijo...

Gracias por publicar esta entrada, que bueno, me mudé desde Barcelona algeciras hace ya 12 años ny no veas como echo a faltar el teatro, teatro en condiciones, quiero decir, buff , creo que voy a montarme un salta madrid al teatro , ya que no podré ir al expocomic esto me compensará , gracias. has despertado de nuevo al monstruo que hay dentro de mi

Rojo dijo...

Ese Pedro, un auténtico hombre del Renacimiento, multifacético. Intentaré ir a ver el musical en alguna escapada, me has picado la curiosidad.

PEDRO ANGOSTO dijo...

De hombre del Renacimiento, nada.

Sólo se encontrar la misma historia de "Caída y redención" en todas las obras que analizo, sea Watchmen o sea Miserables... ;-))

Antonio Marín dijo...

Gracias Pedro ;)

Ivan Gil dijo...

Este es el primer musical que de verdad me ha dado ganas de ir, pues Jesucristo superstar me lo jodieron cambiando las letras y ademas las voces no me convencian por lo que habia oido por ahi...sin embargo las entradas se agotan por momentos y estoy en depresión economica...si, soy mas bien, un miserable mas de la obra...
...pero tenia mis dudas, por las mismas razones que tu has dado...siempre he tenido una sensacion de "amateurismo" en los musicales madrileños.
Creo que haré el esfuerzo de ir gracias a tu entrada.
un saludo y nos vemos pronto.

Rojo dijo...

Me refería a que un día hablas de Dios, otro de superhéroes, otro de musicales...
Y hablando de caidas y redenciones, yo descubí que las veía en todas partes cuando Richard Channing ayudó a su cuñada tras la muerte de Chase Gioberti, pasó de ser el malo de la serie al bueno, algo así como Loki cuando luchó contra Surtur.

PEDRO ANGOSTO dijo...

Puede parecer que hablo de diferentes cosas, pero en realidad, siempre hablo DE LO MISMO, DE LO ÚNICO. ;-))

¡Que buenos aquellos episodios de Falcon Crest! Es que Chase era muy sosito...

Julián Glez. Aréchaga dijo...

Lo he visto esta noche y he quedado encantado. El cine español se está perdiendo excelentes actores. Que Ignasi Vidal haga de "gris" en Balada triste de trompeta es infrautilizarlo.